La historia de Elena Gouliakova, expatinadora rusa y entrenadora de patinaje artístico, conmovió el corazón de la gente de Monterrey.
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Cuatro años después de ser vista por primera vez en situación de calle, la exdeportista rusa reapareció deambulando en la zona centro de la ciudad norteña, sobreviviendo gracias a la caridad de los regiomontanos.
¿Quién fue Elena Gouliakova?
Elena fue una figura destacada de su disciplina. Participó en el espectáculo 'Holiday On Ice' y fue entrenadora en distintos clubes de San Pedro Garza García, Nuevo León.
Junto con su esposo, Nikolay Suetov, quien también era entrenador, logró posicionarse como una referencia del patinaje en la región, colaborando con la Asociación de Deportes Invernales del Estado y la Federación Mexicana de Patinaje Sobre Hielo. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado a mediados de la década de 2000.
¿Por qué motivo pasó de la gloria deportiva a vivir en las calles?
Se presume que los problemas personales y la separación de su esposo desencadenaron una fuerte crisis emocional en Elena. En 2010, fue diagnosticada con un tipo de esquizofrenia, lo que le impidió continuar con su trabajo como entrenadora.
Desde entonces, su vida profesional y personal se desmoronó, llevándola a una situación de vulnerabilidad extrema.
La reciente aparición de Elena fue documentada por un usuario de las redes sociales, quien narró haberla reconocido mientras caminaba por una de las calles del centro de Monterrey. Sin embargo, ella negó ser la patinadora y aseguró trabajar en una tienda de ropa.
El usuario recordó que Elena había sido su entrenadora hace más de una década.
Genera reacción en las redes sociales
Las imágenes de Elena Gouliakova se viralizaron rápidamente, generando una ola de comentarios en redes sociales.
Muchas personas lamentaron su situación actual, recordando encuentros previos con ella en lugares como cafeterías del centro de Monterrey, donde era atendida con normalidad a pesar de su aspecto desaliñado.
Uno de los comentarios más destacados relató cómo, a pesar de sus crisis ocasionales, Elena aún conservaba una elegancia inusual que la hacía destacar.