Se acercan las fiestas patrias y seguro ya te estás saboreando el plato de pozole con el que se festejan estas fechas en muchos hogares mexicanos. Pero el origen de este delicioso platillo mexicano tiene antecedentes muy sangrientos que datan de la cultura mexica (aztecas).
En las creencias mexicas, Xipe Tótec también era conocido como “nuestro señor el desollado”, Tlatlauhqui Tezcatlipoca o Tezcatlipoca Rojo y se consideraba el dios de la regeneración del maíz y la guerra.
También era la deidad de la primavera, la nueva vegetación y la fertilidad, además de ser patrono de los ofebres. De acuerdo con las creencias prehispánicas, es hijo de la pareja divina, Ometecuhtli y Omecihuatl y es uno de los cuatro creadores del Universo.
Estatuilla del dios exhibida en el Museo de las Américas, en Madrid. (Foto: Simon Burchell/Wikicommons)
Según la leyenda, Xipe Tótec se sacrificó por la humanidad, al sacarse los ojos y desollarse en vida para poder alimentar a las personas con su propio cuerpo. De acuerdo con el autor Javier González, esta historia es una metáfora y en realidad el desollamiento habla de quitarle las hojas (totomoxtle) a las mazorcas.
Cada marzo, había una fiesta en su honor, llamada Tlacaxipehualitzi (desollamiento de hombres). En esta celebración, que duraba 20 días, los sacerdotes sacaban el corazón de guerreros capturados en combate y los desollaban para vestir su piel.
Foto: Wikicommons
También se ofrecía a Xipe Tótec las mejores mazorcas, con el fin de tener buenas cosechas. Aquí es cuando entra en escena la comida, pues en la celebración se consumía la carne humana con el maíz.
Esto se debe a que la creencia dictaba que los hombres fueron hechos del maíz, así que los cuerpos desmembrados hacían referencia a los granos de este alimento. El sangriento platillo solo era consumido por los sacerdotes durante el ritual y se considera el antecedente del pozole.
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La celebración escandalizó a los conquistadores. Según Fray Bernardino de Sahagún en la Historia General de las Cosas de la Nueva España, en estas ceremonias se servía al emperador Moctezuma un enorme plato de pozole con el muslo de un prisionero sacrificado.
Otras versiones, sin embargo, señalan que la carne usada en el pozole era en realidad de xoloitzcuincle, una raza de perro criada para el consumo humano. Sí, así era la receta del pozole prehispánico.
Ahora que ya sabes el origen del pozole, ¡buen provecho!
Con información de México Desconocido y Muy Interesante
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