En Ciudad Madero, Tamaulipas, corre un rumor, uno que parecería sacado de la mejor historia de Jaime Maussan, y es que la población cree que la ciudad, el estado incluso, están protegidos por fuerzas alienígenas, pero ¿de qué? De los huracanes que a pesar de amenazar con arremeter contra sus costas, nunca tocan tierra, siempre y misteriosamente cambia de rumbo.
Pero la creencia no para ahí, hay gente que asegura haber visto objetos voladores no identificados, pero más que eso, se dice que a 40 kilómetros de la costa existen una base submarina alienígena de la cual entran y salen naves de diferentes aspectos, sobre todo triangulares y circulares.
¿Desde cuándo? Por lo menos hasta 1955, cuando el huracán Hilda arrasó con tres cuartas partes del territorio y dejó a más de 20 mil personas sin casa, así lo señala el portal mx.tuhistory.com.
En entrevista con la página bbc.co.uk, uno de los pobladores del pueblo, Fernando Alonso Gallardo, de 68 años, ingeniero civil, empresario, ex teniente y jubilado de la petrolera estatal Pemex, dijo que “en esa época no había extraterrestres, si no, no hubiera ocurrido tanto desastre".
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Los huracanes también llegaron en 1947, 1951 y 1966 y así, de la nada, cada vez que un huracán amenaza con golpear la ciudad, de pronto cambia de ruta desde ese año.
Fue en 1970 cuando un habitante de Ciudad Madero acudió a la capital del país a contar que su tierra estaba protegida por extraterrestres, pero como dice Don Alonso, "No es con el afán de proteger la ciudad, es con el afán de proteger la ciudad donde ellos viven, porque encontraron una forma de poder estar ahí".
En 1983, el ex trabajador de Pemex tuvo su primer avistamiento, un disco de luces amarillas con un diámetro de 60 metros.
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En 1967 fue erigido un monumento a la Virgen del Carmen, patrona del mar y de los marineros, junto al muelle por el que deben pasar los pescadores cuando dejan atrás el río Pánuco, que divide los estados de Tamaulipas y Veracruz, la tradición se conserva, pero el monumento fue instalado debido a que se creía que las luces que se localizaban en el lugar pertenecían a bolas de fuego lanzadas por las brujas.
Aquellos que creen en los ovnis tienen su lugar de reunión en un pequeño restaurante de la ciudad, El Bambino, en el que se reúnen para contar sus anécdotas, entre ellos está Eduardo Anguiano Ortiz, de 83 años, quien hace unos años publicó el libro De Ovnis, Fantasmas y Otros Sucesos Extraordinarios, en el que recogió más de 100 testimonios durante tres años.
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El texto incluye la declaración del hijo de un señor que cuatro décadas atrás recibió la "sugerencia" de que en Playa Miramar había que sembrar cada 100 metros varillas de un metro de aluminio, hierro y cobre; eso le dijeron los extraterrestres para asegurarse de que fuera una barrera para los huracanes.
Muchos habitantes de Tampico y Ciudad Madero creen que en la costa frente a Playa Miramar es el mejor lugar para tener un avistamiento ovni.
Imágenes de bbc.co.uk