Todos generamos gases y necesitamos sacarlos; pero en ocasiones también hemos luchado contra nosotros mismos para aguantar el proceso natural de expulsar esos aires ruidosos y, en ocasiones, muy olorosos.

Seguro en algún momento tu mamá te advirtió que no debías aguantarte las flatulencias porque te haría daño, aunque no sabíamos exactamente lo que nos pasaría. Sin embargo, tenía razón. Retener voluntariamente los gases en el intestino podría traerte consecuencias muy graves. Es momento de escuchar a Shrek: “mejor fuera que adentro”.

¿Qué son las flatulencias?

Los especialistas señalan que se trata de una mezcla de gases que se expulsan por el ano con un sonido y aroma “característicos”, producidos por bacterias y levaduras simbióticas que viven en el tracto intestinal.

¿Que pasa si me aguanto los gases (pedos)?

Si no permites la adecuada expulsión de los gases, esto podría inflamar los intestinos y provocar estreñimiento o cólicos. Hay que tener en cuenta que nuestro cuerpo es como una máquina diseñada para expulsar aquello que no es útil, por lo que aguantarlos, traerá consecuencias.

De entrada, como ya dijimos, habrá molestias a nivel abdominal, además de que estarás reteniendo olores que, al momento de ser expulsados, serán aún más intensos. Tómalo en cuenta, ya que si estás tratando de evitar una vergüenza, puede ser que te expongas a una pena aún mayor si se te escapa un gas más oloroso (Tú decides…).

¿Es normal tener gases?

Es completamente normal tener cierto volumen de aire en los intestinos. Hombres y mujeres expulsamos, cada día, entre 400 y 700 mililitros de gas; esto es entre 5 y 15 flatulencias diarias. Éstas siempre buscarán una manera de salir, de hecho, sigues expulsandolas incluso mientras duermes.

Los gases TIENEN que salir...

La doctora Clare Collins realizó un de la mano de la Universidad de Newcastle, en el que descubrió que aguantarte los gases no sólo te causan incomodidad, sino que, si los aguantas demasiado tiempo, terminarán subiendo por tu cuerpo y saldrán en forma de eructo. Sí, estarías lanzando gases intestinales por la boca… ¡Iugh!

La doctora recomienda que para evitar escenarios desagradables, lo mejor es comer despacio, evitar las bebidas con gas e incluso no fumar ni mascar chicle. Lo mejor para tu salud es soportar la vergüenza y buscar un lugar seguro y alejado de la gente para expulsar a tus ruidosos amiguitos.

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