Todos tenemos la idea de que vamos a morir, es una certeza ineludible e inesperada, pero que se aparece como una sombra. Para la cultura latinoamericana la muerte puede verse como un trámite de la misma vida, con respeto pero también con mucho humor; no obstante hay un común denominador que no solemos prevenirnos para ese momento.
Regresar a la tierra de donde provinimos es, en un mundo de naturaleza, la idea de estos nuevos diseños, más allá de la fe o la religión, los creativos italianos Anna Citelli y Raoul Bretzel son los primeros en desarrollar el proyecto Capsula Mundi, que propone que el ataúd en el que se entierre el cadáver sea orgánico y biodegradable para que los restos de una persona permitan que en el lugar crezca un árbol, así lo señala el sitio mx.tuhistory.com
Por el momento es una idea, pues en la legislación de Italia no se permite esta clase de entierros, pero si ésta fuera modificada se podría hacer la creación de parques conmemorativos en el que las lápidas podrían ser suplantadas por árboles; para hacer los ataúdes no se tendrían que talar árboles, sino que se obtendrían de los mismos restos del difunto, así lo señala el portal dypia.com
La cápsula, que contiene los restos de la persona fallecida, sería plantada tal cual se hace con una semilla. La especie del árbol, que sería escogida por la persona que contrata el servicio, se plantaría en la parte superior.
