La pandemia por coronavirus tiene a millones de personas confinadas en sus casas, a fin de evitar la propagación del virus, lo que ha orillado a muchos a trabajar desde casa e incluso tomar clases en línea desde sus hogares.
Hay quienes llevan uno, dos o hasta casi 3 meses en casa, lo que ha hecho que muchos adopten su pijama como outfit habitual, el cual no se la quiten en todo el día; pero ¿qué tan positivo es esto?
Muchas personas están experimentando por primera vez lo que es el home office y encuentran muy placentero no quitarse la ropa de dormir, pero los expertos ven esta situación como algo negativo. Aquí en De10.mx te damos los detalles…
Psicólogos advierten que la falta de una estructura en nuestra rutina diaria nos puede dominar y llevarnos a adoptar hábitos perezosos como levantarnos tarde, trabajar en pijama, dejar de bañarnos, tirarnos por horas en la cama o el sillón y no tener un horario fijo para laborar. Para los expertos, estos hábitos son el inicio de la depresión y ansiedad.
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Estar en cuarentena no significa que dejemos de hacer lo que hacíamos cuando éramos “libres”, pues dentro de todas las limitantes podríamos tratar de mantener algunas prácticas de nuestro día a día, como tener horarios estrictos para el inicio y cierre del trabajo y tener algunas actividades de ocio ya establecidas.
Sabemos que habrá personas que no se quitan la pijama con el pretexto de: “pero nadie me va a ver”. Sin embargo el reto es ese, tenemos que vestirnos, perfumarnos y hacer nuestro ritual diario de aseo para nosotros, no para alguien más; de lo contrario podemos irnos abandonando y la apatía y tristeza se apoderará de nosotros.
(Imagen de Anastasia Gepp en Pixabay)
Es verdad, nuestra rutina ha cambiado por completo, pero es importante generar nuevas actividades que sean adecuadas para la situación en la que nos encontramos. Los psicólogos recomiendan tener contacto constante con familiares y hablar sobre nuestra situación emocional para evitar que esto derive en trastornos como problemas de sueño, ansiedad o depresión.
El primer paso es no quedarte en pijama… y vestirte como si fueras a salir a trabajar o a visitar a alguien.
Con información de ABC.
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