¿Eres de las personas que, ni estando sentadas dejan de mover las piernas? Para muchos pareciera ser un signo de nerviosismo, pero si te ocurre siempre, podría tratarse del Síndrome de Piernas Inquietas.
Rafael Santana Miranda, responsable de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que este síndrome puede tener varias causas. Principalmente se asocia a la deficiencia de hierro, trastornos gastrointestinales, renales, ginecológicos, alimentación deficiente o ansiedad.
El especialista de la UNAM explicó que se trata de una manifestación desagradable que presentan algunas personas en sus extremidades tanto inferiores como superiores, sin embargo, es más común que ocurra en las piernas.
Quienes lo padecen señalan que llegan a sentir tensión, hormigueo o adormecimiento que disminuye con el movimiento.
Este síndrome es regularmente asociado con la presencia de movimientos al dormir, un padecimiento conocido como Trastorno de Movimientos Periódicos de las Extremidades, el cual se presenta entre un 70% y 90% de los casos.
(Foto: iStock)
Como ya lo mencionamos anteriormente, los motivos por los que se desarrolla esta condición suelen ser variados, pero Santana Miranda señala que la más común es la falta de hierro.
El hierro sirve para la formación de neurotransmisores relacionados con el movimiento, así que al haber una deficiencia, se general alteraciones.
Por otra parte, la hemoglobina, que es la encargada de llevar el oxígeno a los órganos y tejidos del cuerpo, también se ve afectada; las personas pueden sentirse cansadas todo el tiempo y el cerebro, al no tener oxígeno, pierde concentración.
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Este problema es frecuente, pero como las personas no son conscientes de padecerlo, acuden al médico porque se sienten cansados, no duermen bien, están irritables o su memoria y atención han disminuido.
Hay que destacar que en el Trastorno de Movimientos Periódicos en las Extremidades se mueven las piernas o los brazos con movimientos sutiles hasta movimientos complejos.
En algunos estudios realizados en animales, se ha detectado que los niveles de hierro se alteran debido al sedentarismo.
“Debemos buscar formas para realizar ejercicio, además de mantener una buena alimentación y así tener una mejor calidad de vida”, señaló el académico.
Para el organismo humano no es tan sencillo recuperar el hierro, no basta con comer carne, se necesita un buen estado gastrointestinal para que el organismo lo pueda absorber.
Con información de UNAM Global
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