Para mucha gente los únicos que se merecen su amor incondicional, confianza, lealtad, son los animales. Es más fácil amar a los perros que a un humano y no hay discusión sobre ello, pero ¿por qué?¿ tenemos algo mal?
No, no hay nada mal, se trata sólo de biología.
De acuerdo con el diario Society & Animals, un equipo de la Northeastern University Boston y de la Universidad de Colorado Boulder, encontró que los adultos tienen mayor empatía con los animales, una empatía que solo obtienen los niños y solo bajo algunas circunstancias.
En el análisis, según lo señala Ifi Science, reunió a 256 estudiantes a los que les presentó un cúmulo de fake news, en las que se narraba algún ataque hacia un bebé de un año de edad, un adulto de 30 años, un cachorrito y un perro de 6 años. Sin importar quién era la víctima, fueron víctimas de golpes y quedaron heridos de gravedad.
El resultado fue que entre más vulnerable era la víctima, los estudiantes se mostraban más empáticos, los lugares quedaron así: el bebé, el cachorro y el perro en la misma escala, y por último la víctima adulta, con empatía en un grado mucho menor.
También es necesario decir que las mujeres se mostraron mucho más empáticas que los caballeros, aseguraron los autores del estudio.
La idea es que los participantes mostraron más empatía con los perros, porque creen que estos tienen la misma vulnerabilidad que un niño, es decir, no se pueden defender, por lo que indirectamente miramos a los canes como bebés, sin importar su edad.
La inspiración de este análisis vino del ataque de un pitbull en 2014, el perro mordió a un niño de cuatro años y lo dejó con severas heridas que necesitaron cirugía reconstructiva. El animal fue víctima de la eutanasia, pero una organización que intentó salvarlo tenía más de 40 mil seguidores en Facebook, en contra de 500 que apoyaban al niño.
Además de esto, es necesario saber que en ocasiones se ha dicho que los perros nos manipulan, pues son capaces de adaptar su expresión facial con la nuestra para hacernos sentir mayor empatía.
Este estudio podría ser la clave para crear mejores campañas en contra del abuso animal.
(Foto: Pixabay)