La muerte es uno de los temas más universales y cotidianos en la humanidad; es uno de los miedos y ansiedades más antiguas … el miedo a desaparecer, a la aniquilación.
Se tienen distintas opiniones de la muerte y se intenta crear juicios y acomodar los sentimientos hacia la muerte de tal forma que podamos lidiar con el miedo a ésta a lo largo de nuestra vida.
La muerte en forma consciente puede significar el término de una etapa, de un proceso, de la vida, con las consecuencias de todo término, separación, desaparición, así como el inicio de algo nuevo y desconocido. En varias culturas y religiones se tiene la idea de que la muerte es el fin de una vida para iniciar otra, ya sea en cuerpo o sólo en espíritu.
Sin embargo, detrás de lo lógico y lo consciente, la muerte tiene un significado especial para cada uno,de acuerdo a la forma en que cada individuo ha entendido y simbolizado la muerte, de acuerdo a su mundo interno; esto es lo que podría resultar más aterrador, angustiante o viceversa.
Constantemente se tocan temas sobre la muerte en general, es decir la muerte de otros, las distintas formas de muerte, las probabilidades de muerte de otros. Estos temas resultan angustiantes, sin embargo también nos sirven para elaborar el miedo a nuestra propia muerte, de una manera menos amenazante, ya que está puesto en el otro y, por tanto, nos permite desplegar nuestras preocupaciones y los principales miedos que se tienen, en un ambiente seguro.
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El hablar de temas dolorosos y complicados siempre ha sido difícil para las personas, siempre se busca evitar el dolor y alargar los buenos momentos; la muerte es parte de la realidad, una parte que nos es muy difícil confrontar, más en los casos en que se presiente más cerca, como en las personas de la tercera edad o en las personas con una enfermedad mortal.
A veces el hablar de la muerte de nuestros seres queridos o de la posibilidad de que esto pase se convierte en algo difícil de ponerlo en palabras. Es importante que si tenemos personas cercanas con situaciones como las ya mencionadas o somos personas que estamos atravesando por ese tipo de contextos, les demos o nos demos el espacio para poder hablar sobre los miedos ante la muerte o las ideas que se tengan sobre ésta.
Es difícil pensar que se trate la muerte como un tema tabú, ya que es parte de nuestra vida diaria, se ve como algo normal; tal vez lo que sucede es que, al no mencionarla o al no traerla a nuestra mente todo el tiempo, tenemos la fantasía de que está lejos; es decir, como negar por un instante la posibilidad de que ahí está y de que en cualquier momento nos podemos encontrar con ella.
El hablar de la propia muerte o de la de seres cercanos, puede ser un tema negado, para evitar la confrontación con una realidad externa que sobrepasa y afecta, en gran medida, nuestra realidad interna.
La muerte en sí, tiene un carácter misterioso y tétrico, nos lleva a pensar en lo desconocido y en lo terrorífico, y, por esta misma razón, la forma en como nos acercamos al tema es por medio de honrarla y al mismo tiempo por medio del humor; de esta forma, podemos hablar de la muerte y participar de sus rituales.
Psic. Xochitl González
Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM). www.spm.org.mx