¿Te irrita el sonido que hacen los cubiertos al chocar con un plato? ¿Cuando unos dedos impacientes tocan la mesa? ¿Cuando alguien masca chicle? Tal vez no lo habías pensado, pero podrías padecer misofonía.
Se trata de un trastorno en el que simples ruidos, de muy baja intensidad, casi imperceptibles, pueden provocarte una gran molestia, la cual puede desencadenar estrés, ira, odio y hasta reacciones violentas.
El doctor Arjan Schröder, psiquiatra en el Academical Medical Center de Amsterdam, precisó que este padecimiento inicia alrededor de los 13 o 14 años, que es la etapa en la que los trastornos psiquiátricos suelen manifestarse. “Se trata de un problema por el que se realiza una conexión entre un sonido neutral y una emoción aversiva”, señaló.
El término “misofonía” fue acuñado en el año 2000 por un par de neurocientíficos: Pawel y Margaret Jastreboff. Ellos lo describieron como una disminución de tolerancia a determinados sonidos. Se cree que su origen se ubica en las altas estructuras del sistema nervioso central, según cita Playground.
Desgraciadamente, es una enfermedad relativamente “nueva”, por lo que aún no aparece en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos.
Especialistas señalan que este padecimiento es bastante severo, pues provoca sufrimiento en quienes lo padecen, ya que no pueden comer a gusto con otras personas o incluso, ir a trabajar resulta un martirio. La misofonía hace que eviten acudir a ciertos lugares, lo cual acaba agravando la situación. Además, son muy pocos los lugares en donde se reconoce la enfermedad y se brinda tratamiento médico.
Si eres de los que captan y le molestan esos sonidos que para la mayoría de la población son imperceptibles… deberías pensar en acudir al médico.