Nueva Zelanda le ganó la batalla al coronavirus. Hace unos días, la primera ministra Jacinda Ardern anunció que ya no había casos activos de Covid-19 en el país, así que superaron la crisis sanitaria.
Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno mantuvo una comunicación efectiva con la población, abordando el tema de los contagios, pero también el del impacto que pudiera tener el encierro en la vida social y el bienestar mental de las personas.
La primera ministra Jacinda Ardern prácticamente eliminó sus apariciones públicas y se comunicaba a través de lives en Facebook para informar sobre los problemas que estaba ocasionando el Covid-19, pero siempre bajo el lema “Sé fuerte. Sé amable”, para motivar a las personas en medio de esta situación.
En De10.mx te compartimos 10 datos de la forma en la que el coronavirus impactó a Nueva Zelanda y cómo fue que el país se recuperó de la pandemia al tener el mejor manejo de crisis sanitaria…
Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda. (Foto: Xinhua)
Nueva Zelanda reportó en toral 1,154 casos de Covid-19. Se recuperaron 1132 y 22 personas fallecieron. Se trata de cifras muy positivas, si se compara con otros casos en el mundo.
El primer caso de coronavirus en Nueva Zelanda se reportó el 28 de febrero de 2020, cuando un viajero arribó de otro país reportado como foco de infección. Al 14 de marzo sólo tenían seis contagios registrados.
Fue a finales de marzo cuando comenzaron con el confinamiento, pero fueron muy estrictos con las restricciones. Se ordenó el veto a los cruceros e implementó las restricciones fronterizas más amplias y duras de cualquier país del mundo. Para el 19 de marzo cerraron totalmente sus fronteras.
Distanciamiento social en un supermercado. (Foto: Xinhua)
Se incrementó el número de pruebas diagnósticas. Se llegaron a aplicar 8,000 pruebas diarias.
El país aplicó un sistema de alertas de cuatro niveles. En el nivel 4, llamado “Eliminación”, se estableció el 25 de marzo y se ordenó cuarentena obligatoria para sus 4.8 millones de habitantes, por cuatro semanas. Nadie podía salir de casa, sólo para comprar víveres, medicinas o acudir al médico. También canceló totalmente las actividades no esenciales.
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Además de las campañas sobre lavado de manos y distanciamiento social, aplicaron la “burbuja de contactos”. A los neozelandeses se les permitió mantener contacto solo con las personas que viven en sus casas, familiares y conocidos, para practicar algunas actividades que los ayudara a lidiar con el encierro.
En Nueva Zelanda podía reportarse a la policía a las personas que tenían un mal comportamiento durante el confinamiento. Incluso, el ministro de Sanidad, David Clark, fue degradado de su puesto por dar un paseo familiar cuando ya estaba activa la cuarentena.
Así lucían las zonas comerciales en Nueva Zelanda en mayo pasado. (Foto: Xinhua)
Nueva Zelanda contó con factores a su favor para contener el virus. Es un país compuesto por dos islas mayores que fácilmente se pueden cerrar, cuenta con una población pequeña (4.8 millones de habitantes) y su sólida economía le permitió canalizar paquetes de ayuda a empresas y residentes, para compensar la falta de turismo.
A pesar de que ganaron la batalla al coronavirus, en Nueva Zelanda se mantiene el nivel 2 de alerta, y aunque ya abrieron algunas escuelas y establecimientos, se mantiene el distanciamiento social.
Aún no se permite la entrada de extranjeros al país. Los neozelandeses que lleguen del extranjero, deberán estar en confinamiento por 14 días.
Con información de BBC y Forbes.
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