Mansa Musa o Musa I de Malífuer el décimo mansa de aquel imperio. Ha sido, según los historiadores, la persona más acaudalada en todos los tiempos.
Llegó al poder en 1312 y su reinado estuvo marcado por el crecimiento de la región, la mejora en la economía, la sociedad y la religión, pues Musa impulsó la fe en su imperio y creó un territorio de mezquitas, escuelas y una gran urbanización.
El imperio de Malí estaba ubicado en el actual norte de Guinea y Malí meridional , durante su mayor apogeo contaba con una población de 50 millones de personas, integradas por una gran cantidad de grupos étnicos, según lo menciona Hipertextual.
La fuerza del imperio, de acuerdo con ABC, se debió a la fortaleza de la administración del estado, además del gran territorio africano con que contaba. Mansa impulsó el crecimiento económico y el conocimiento de la ciudad de Timbuctú, entre ellos, la Universidad de Sankore, que aún permanece.
Como musulmán, Mansa Musa debía viajar a La Meca y fue ese viaje lo que lo puso en los oídos del mundo occidental. En 1325 fue que el hombre llegó a su destino, se dice que llegó con un séquito conformado por civiles, soldados y esclavos que habrían sido entre 60 mil hombres y 12 mil mujeres.
Vestidos de seda, con cetros de oro, camellos cargados de oro, que habrían demostrado el poderío inmenso de este hombre. Durante el viaje, Musa habría construido una mezquita cada viernes y haría regalos a los pobres.
Mansa Musa I, nacido en 1280 habría tenido un patrimonio personal de 400 mil millones en el momento de su muerte en 1331. Su riqueza venía de la distribución de sal y oro a más de la mitad del mundo, dicha riqueza fue utilizada para construir dichas grandes mezquitas que siguen en pie hoy en día.