Hoy ya no es tan común, pero hace unos años tener la firma de tu músico o deportista favorito en una camiseta o una simple hoja blanca, era la mayor prueba de que eras fan de hueso colorado; indicaba que habías seguido a tu ídolo y habías conseguido lo imposible, por eso es que los autógrafos se cotizaban tan caro, y este conteo nos muestra las cantidades lúdicas que se han pagado por una de las rúbricas que presentamos.
Las firmas legales y auténticas tienen que pasar por un proceso de confirmación para que sean consideradas como tales, y la dificultad de esto aumenta según aumenta el tiempo del que datan, sobre todo porque antes no era tan común ver un autógrafo, así lo señala Forbes.
Para que te des una idea de cuánto puede cotizarse en una subasta o para un coleccionista, la firma autentificada de un personaje, tienes que mirar este recuento basado en información de Blog y Lana, que simplemente no te puedes perder.
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