Este miércoles 19 de febrero, pintaba para que la Ciudad de México fuera más caótica de lo normal, pues los integrantes de la Fuerza Amplia de Transportistas habían anunciado una megamarcha para demandar un incremento de dos pesos en la tarifa de transporte público, la cual, finalmente fue cancelada.

Los transportistas señalaban que el subsidio ofrecido por el Gobierno Federal para la renovación de sus unidades, de 1,500 pesos al mes, en nada les ayudaría y que la falta de una tarifa justa les dificultaba la renovación del parque vehicular.

Sin embargo, luego de tres horas de negociaciones con los transportistas, el secretario de Movilidad, Andrés Lajous, explicó que se lograron varios acuerdos, entre ellos, un registro para que los conductores tengan accesi a atención médica, un programa de sustitución para las unidades que operan desde 1990, además de que el gobierno de la CDMX absorberá una parte de los gastos de combustible para que no haya un incremento a la tarifa de transporte. Nicolás Vázquez, vocero de los transportistas, dijo que el acuerdo será firmado en las próximas horas.

En la capital se estima que circulan alrededor de 18,000 microbuses, más los que entran del Estado de México, y lo ideal es que ofrezcan un servicio seguro y de calidad, pero sabemos que esto pocas veces se pasa. De hecho, aún cuando traen pegada en la ventana la hoja con lo DEBEN respetar y hacer en su trabajo, son muy pocos conductores quienes lo cumplen, y lo peor es que la autoridad no sanciona a quienes violan el reglamente de tránsito...

Es por ello que en De10.mx enlistamos algunas de las cosas con las que los pasajeros, conductores de autos y de otros transportes, tienen que lidiar a diario…

1. La música en el microbús

Esta es una de las quejas más recurrentes, pues la música jamás está a un volumen adecuado para que sólo los choferes puedan escucharla, al contrario, hay quienes hasta instalan bocinas en sus unidades para que el sonido “se escuche mejor”. Lo peor es cuando amenizan todo el viaje con la Z o la K Buena a todo volumen, con sus cumbias, norteñas y hasta reggaetón.

2. El chofer usando el celular

Nunca faltan los conductores que van hablando por teléfono y hasta enviando mensajes por WhatsApp. Obviamente, al poner atención en el celular, descuidan lo que debe ser su prioridad: manejar con precaución y evitar accidentes.

3. Choferes fumando

No sabemos si no dimensionan el peligro en el que ponen a los usuarios al ir fumando en la unidad (aparte de que te tienes que aguantar el aroma). Eso sí, ni se te ocurra decirles que no pueden hacer eso, porque lo más seguro es que “te inviten” a abordar otra unidad.

4. Cuando no sirve el timbre del microbús

En los microbuses, la lógica nos dicta que la bajada es por la parte de atrás, pero ¿qué pasa cuando no sirve el timbre? Te tienes que aventar un grito al puro estilo de “¡bajaaaaaaan!”.

5. El chofer no trae cambio

Sabemos que hay ocasiones en las que las monedas son escasas, pero hay algunos que, si les pagas con un billete, te dicen que te dan el cambio al bajar, con la plena intención de que se te olvide y termines pagando el pasaje más caro de tu vida.

6. Que los micros hagan base en cada esquina

En su intento por llenar la unidad a como dé lugar, algunos conductores deciden irse super lento o detenerse en cada esquina para ver si logran subir pasaje. En la desesperación, no falta el usuario que comienza a silbar o de plano le grita al chofer: “ya vámonos que no traigo tortas”.

7. La bonita manera de conducir

Se supone que para sacar su licencia les hicieron examen de manejo ¿no? Pues en la mayoría de los casos no se nota. Nunca falta el que se vuela los topes (y te hace dar tremendo sentón) o los que de plano se lucen con su manera poco cuidadosa al frenar. Tranquilos amigos… esto no es Rápidos y Furiosos versión microbús.

8. El cacharpo y la novia del chofer

Es muy común en el Estado de México, pero la CDMX no se salva. El cacharpo es aquel que “le ayuda” al chofer a gritar la ruta por la que pasa el microbús y que, si le dan permiso, sube de nivel y le ayuda a cobrar el pasaje.

La otra figura infaltable es la amiga, novia, esposa, amante o lo que sea, del chofer. Todos sabemos que es una distracción para el que está al frente del volante, pero a nadie parece importarle. De hecho, hasta ya le tienen asignado su asiento reservado (un bote de pintura con funda acolchonada de "piel"), para platicar más a gusto.

Más de 10 situaciones que odiamos de los microbuses
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(Foto: Redes sociales)

9. Cuando no cierran la puerta trasera del microbús

Si te toca lugar en la banda del fondo, sabrás de lo que hablamos. Si es época de calor, hasta lo agradeces porque entra un poco de ventilación. Pero ¡por Dios! cuando hace frío te vas congelando, y qué decir cuando se trata de la temporada de lluvias.

10. La falta de mantenimiento de las unidades

Siempre justifican el aumento a la tarifa del transporte público diciendo que van a mejorar las unidades, pero eso se queda en meras promesas. En temporada de lluvias nunca faltan las goteras dentro de los microbuses; hay asientos que parecen desmontables, pues al mínimo movimiento se caen; los tubos desoldados de los que tienes que agarrarte, y ya mejor ni hablamos de las ventanillas improvisadas, esas cuyo vidrio son sustituidas con hules. ¿Ese es su servicio de primera?

11. El típico “Recórrase para atrás”

Se supone que los microbuses tienen un número limitado de usuarios, tanto sentados como de pie. Entonces ¿por qué quieren saturar la unidad? Sus típicos “súbale, hay lugar”, “recórrase”, “amigo, el del suéter X, avánzale tantito” no van a hacer más grande la unidad.

Más de 10 situaciones que odiamos de los microbuses
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(Foto: El Universal)

12. El tamaño de los asientos

En México tenemos un problema de obesidad, es verdad, pero eso no justifica que en algunos casos, los asientos de los microbuses son más pequeños. Si te sientas del lado de la ventana ya la hiciste, pero pobre del que se siente a tu lado, pues difícilmente podrá sentarse bien.

13. Microbuses haciendo doble y triple fila

No conformes con hacer base o paradas donde no deben, ¿qué tal cuando hacen segunda y hasta tercera fila? Nunca falta el que te quiere bajar en segunda fila y hasta te dicen “nada más con cuidado”, o los que de plano obstruyen por competo las vialidades con tal de “agarrar más pasaje”.

14. La iluminación del microbús

A ver… si las unidades de transporte ya vienen con la iluminación integrada, y es la adecuada para ese tipo de unidad, ¿cual es su afán de poner luces led o neón? Uno ya no sabe si sentarse o pedir un cubetazo.

Más de 10 situaciones que odiamos de los microbuses
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(Foto: Twitter )

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