La variante ómicron fue detectada en Sudáfrica en noviembre de 2021 y fue la responsable del aumento de casos y nuevas olas en México y el mundo durante el invierno. En su momento y por su capacidad de propagación e infección fue catalogada como variante de preocupación por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ómicron, que sigue como variante dominante a nivel mundial, se compone de varios sublinajes. Los más conocidos son: BA.1, BA.1.1 (o clado 21K de Nextstrain) y BA.2 (o clado 21L de Nextstrain). Hasta hace unas semanas, el más común entre la población era el BA.1, pero ahora se ha visto un aumento de casos entre la población de BA.2.
De acuerdo a la OMS, quien revisó la “transmisión, gravedad, reinfección, diagnóstico, terapéutica e impacto de las vacunas” la variante BA.2 sigue siendo considerada de preocupación, pero se clasifica como ómicron.
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Cuando se descubrió ómicron, los científicos encontraron que en el linaje viral existían hasta tres variedades genéticamente distintas, cada una con su propio conjunto de mutaciones únicas. De acuerdo con la OMS, aquellos infectados con BA.1 tienen una “fuerte protección contra la reinfección con BA.2”.
BA.2 tiene ocho mutaciones que no se ven en BA.1, que en su momento fue la culpable del aumento de casos. Estas mutaciones hacen a BA.2 más transmisible, es decir, en una casa los miembros de la familia corren un riesgo mayor de infectarse si uno de ellos está infectado con la variante.
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Ómicron se caracterizó por evadir la protección de las vacunas, pero no lo suficiente para enfermar gravemente. Aún faltan estudios para saber si la variante BA.2 es inmune a las vacunas, pero hasta el momento las dosis principales y de refuerzo han protegido a la población contra infecciones de gravedad y hospitalizaciones.
Expertos del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston compararon la protección de las vacunas de Pfizer contra BA.1 y BA.2 y descubrieron que sus anticuerpos tenían un bajo rendimiento después de las primeras dos dosis, pero aumentaban y neutralizaban ambos sublinajes con la tercera dosis, en un 40% para infección y un 90% contra hospitalización.
En un inicio BA.2 fue apodada “variante sigilosa” porque los investigadores no podían rastrearla con pruebas de PCR, que usan tres genes para detectar el coronavirus. Con el tiempo se dieron cuenta que BA.2 no tenía la mutación que hacía que BA.1 diera negativo a uno de los tres genes. Por eso, los positivos a solo dos genes son BA.1 y los positivos a tres son BA.2., aunque en general se clasifiquen como ómicron.
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Con información de The New York Times y OMS
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