El mundo entero conoce a Gustave Eiffel por la famosa torre parisina que lleva su nombre: sí, la Torre Eiffel. Pero debes saber que este ingeniero civil francés ha dejado parte de su trabajo en varios países alrededor del mundo, incluido México.
Cuando la Revolución Industrial comenzó a cambiar el mundo, todas la transformación económica, social y tecnológica influyo también en la arquitectura de la época. Así, ingenieros de renombre comenzaron a desarrollar construcciones enormes y muy originales.
Alexandre Gustave Eiffel ganó renombre en Europa por el diseño de puentes para la red francesa de ferrocarriles, pero la Torre Eiffel se convirtió en su proyecto estrella.
Gustave Eiffel también dejó obras en México que pocos conocen, es por eso que en De10.mx te mostramos los lugares mexicanos en los que este ingeniero francés dejó su huella.
Porfirio Díaz le encargó a Gustave Eiffel este puente, que sería parte de las vías sobre el gran canal. El francés hizo todas las piezas en su fábrica de Bélgica y tardó nueve años en trasladarlas a México. El puente, construido en 1870 (antes que la Torre Eiffel) funcionó bien durante 80 años, pero en el siglo XX las vías del tren cayeron en desuso y el puente pasó a ser parte de la carretera libre México-Pachuca. Tiempo después se construyó una nueva carretera y el puente fue abandonado.
En el año 2000 fue rescatado por el artista plástico José Manuel Bueno Herrera, quien con apoyo del Gobierno lo convirtió en un museo: el Centro Cultural Puente del Arte. Durante 15 años y nueve meses de servicio exhibió las obras de artistas locales de Ecatepec y el Estado de México, pero en 2016 cerró sus puertas para una supuesta remodelación; sin embargo, no volvió a abrir y hoy se encuentra en el abandono.
Esta construcción se ha convertido en el máximo exponente del Art Nouveauv en México y es el único palacio metálico en el mundo.
Esta gran obra arquitectónica fue diseñada por Gustave Eiffel en 1891. Fue el entonces alcalde Julio M. Vélez quien realizó el encargo, porque buscaba que el Palacio Municipal contrastara con la arquitectura tradicional de Orizaba (en su mayoría de ladrillo y bloques); quería demostrar modernidad y auge económico, pues en ese entonces, la ciudad era la quinta más importante del país.
Las piezas se construyeron en Bélgica en 1892, y tuvo un costo total de 80 mil pesos en oro. Para trasladar este palacio metálico desarmable de Europa a México tuvieron que realizarse tres viajes en buques de vapor desde el puerto de Amberes hasta el de Veracruz.
El Palacio de Hierro de Orizaba fue inaugurado el 16 de septiembre de 1894 y fungió como oficina de gobierno durante 97 años.
Gustave Eiffel: 10 obras del ingeniero francés en América
En la costa del Mar de Cortés, se encuentra Santa Rosalía, una pequeña ciudad que resguarda una de las obras arquitectónicas de Gustave Eiffel.
Fue construida en 1887, para la Exposición Universal de París en 1889, junto con la Torre Eiffel. Después del evento, fue desarmada y trasladada a Bruselas, Bélgica. Historiadores afirman que originalmente la iglesia había sido adquirida por una compañía francesa y sería trasladada al Congo, en África, lo cual no sucedió. Así, años más tarde llenó a Santa Rosalía, en Baja California Sur.
Todas las piezas de la iglesia llegaron a México en 1896, en el velero de San Juan, el cual siguió la ruta de Cabo de Hornos para llegar desde Europa. La iglesia, ya completamente armada, fue abierta a los feligreses en 1898.
Sin embargo, en este caso hay varias dudas, pues aunque el diseño de la iglesia de Santa Bárbara se atribuye a Gustave Eiffel, hay algunos investigadores que afirman que en realidad pertenece al brasileño Biblano Duclos.
En el centro histórico de Cuernavaca se halla este kiosko, pero lo que pocos saben es que también fue diseñado por Gustave Eiffel y fue traído desde Inglaterra en 1890, por mandato del entonces Gobernador Jesús H. Preciado.
La historia señala que las piezas fueron transportadas desde algún puerto (no se especifica) hasta la capital morelense, en los lomos de decenas de mulas.
Hay otras versiones que señalan que no es de Eiffel y que al no existir datos sobre el autor original, a alguien se le ocurrió decir que era del ingeniero francés y esto fue tomado como verdad popular.
Con información de Archdaily.
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