A veces creemos que darle un pedacito de pastel o de chocolate a nuestra mascota no le causará ningún daño, sin embargo, la obesidad entre los perros y los gatos es un problema que actualmente va en crecimiento. ¿Quién es el responsable? La respuesta es: Tú y tus malos hábitos alimenticios.
Un análisis realizado por Mars Petcare revela que los perros con dueños obesos tienen hasta cinco veces más riesgo de padecer esta enfermedad. Y es lógico, es una cadena negativa. Tenemos al dueño con sobrepeso que no hace ejercicio, por lo que no saca a pasear a su mascota con frecuencia. Como resultado vamos a tener animales menos activos y gorditos.
El creciente sedentarismo humano también se plasma en los animales domésticos; el 40% de los casos de obesidad en mascotas se debe a dos factores: falta de ejercicio y sobrealimentación.
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En el estudio, el 77% de las personas encuestadas aseguró que su mascota se siente agradecida cuando la alimentan, con lo que se comprobaría que el acto de darle de comer, se cuela en el ámbito sentimental.
Por más increíble que parezca, los malos hábitos alimenticios de los humanos, parecen duplicarse en el casi de sus mascotas. Y por malos hábitos tenemos: comer entre comidas o dejar que el animal pruebe la comida de su dueño, sin tomar en cuenta que hay alimentos que pueden resultar peligrosos para ellos.
El análisis también destaca que los dueños de las mascotas no conocen a fondo sobre las porciones de comida que debe ingerir su mascota, según su edad y su peso. Concretamente, únicamente uno de cada cinco dueños son conscientes de esta situación.
Muchas personas controlan su propio peso regularmente. Pero el 40% no sabe cuánto pesa su gato o perro y el 22% nunca ha pesado su mascota. El 61% de los encuestados ignora que las mascotas con sobrepeso pueden desarrollar diabetes y enfermedades ortopédicas.
Con información de 20 Minutos e Infobae
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