Para todas las mujeres que se han subido al transporte público en la Ciudad de México saben que es un verdadero desafío, no porque no nos cedan el lugar reservado, ni porque nunca haya espacio en los vagones asignados, no. Es el acoso verbal y físico al que debemos enfrentarnos. Nunca falta el hombre (u otras mujeres) que van tocando lo más que pueden, una mirada lasciva podría no ser importante para muchos, pero restringe la libertad de cualquiera; y en el metro, los microbuses y otros, una mirada es lo “menos peor” que puede pasarte. Los riesgos aumentan en los camiones foráneos que cruzan de los estados circunvecinos a miles de mujeres que vienen a trabajar el centro de la capital.
La capital mexicana no es la única, por ello la investigación realizada por la Fundación Thomas Reuters, con la empresa de encuestas YouGov, es fundamental para entender este flagelo, así lo recopila Belelu.
El estudio se realizó en 16 de las capitales más importantes del mundo y fueron encuestadas más 6 mil 550 mujeres sobre sus experiencias en el transporte público, la ayuda de otros pasajeros y la confianza sobre las autoridades al investigar los casos de violencia y abuso que han sufrido, según lo afirma Merca 2.0
Los resultados son devastadores para América Latina, cuatro de sus capitales están en el top 10, por supuesto, una de ellas es la Ciudad de México.
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