El próximo viernes 3 de abril en punto de las 12:00 del mediodía, cientos de miles de creyentes, autoridades eclesiásticas y turistas se reunirán en el atrio de la Catedral de Puebla para llevar a cabo la XXIV procesión de Viernes Santo, también conocida como la Procesión del
Silencio, una tradición rescatada de la época virreinal.
La Procesión de Viernes Santo en Puebla es considerada como la más grande de Latinoamérica, pues llega a reunir a más de 120 mil personas en las filas que transitan por el centro histórico de la ciudad, reviviendo el calvario de Jesucristo.
Durante la procesión, cinco imágenes de las más veneradas en las iglesias y parroquias de la ciudad acompañan a los caminantes: “Jesús Nazareno” de la Parroquia de San José; la de “Nuestro Padre Jesús” de la Iglesia de Analco; “Nuestra Señora de la Soledad” de la Parroquia dedicada a esta advocación mariana; de “Nuestra Señora de los Dolores” de la Iglesia del Carmen y hasta hace poco se dio la autorización para que la imagen del “Señor de las Maravillas” pudiera salir, cargado por los fieles de la Cofradía de Nazarenos de San José.
La procesión inicia cuando los contingentes salen de las iglesias con las imágenes procesionales a cuestas, hasta llegar al atrio de la Catedral. A las 12:00 hrs. salen por la puerta central del atrio, para caminar por las calles del Centro Histórico; el recorrido abarca: Av. 16 de Septiembre hasta Avenida Juan de Palafox y Mendoza, Calle 2 Norte hasta llegar a la 4 Oriente, 11 Norte y Avenida Reforma, hasta la Iglesia de Guadalupe, donde se hace una meditación sobre el significado de este acto religioso.
La procesión se dirige de regreso a la Catedral sobre la Avenida Reforma para entrar nuevamente al atrio de la Catedral, donde se realiza un exhorto final y se hacen oraciones a las 15:00 hrs, momento de la muerte de Jesucristo, una vez terminados los rezos y oraciones se da por concluida la procesión más grande de Latinoamérica en torno al Viernes Santo.
Cabe señalar que si bien alrededor del país existen procesiones de Viernes Santo importantes por su tradición como la que se hace en San Luis Potosí o la de Iztapalapa en el Distrito Federal, entre otras; la de Puebla, es la más grande, pues convergen una gran cantidad de feligreses.
Por último, es importante mencionar que esta tradición proviene de la época Virreinal, se estima que en 1856 fue la última que se realizó puesto que las condiciones para llevarla a cabo no eran las adecuadas, no fue hasta 1991 cuando se reanudó esta práctica que está por cumplir los 24 años desde su recuperación.
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