Ernestine Shepherd nació en Baltimore, acaba de cumplir 80 años y sin duda, está en mejor forma que tú y yo.
En 2010, el Libro Guinness de los Récords nombró a Ernestine como la culturista con mayor edad en el mundo y es que su carrera inició cuando ella tenía 54 años y comenzó a entrenar con su hermana.
El cuerpo que tiene, no, no es gratuito. A las tres de la mañana comienza su rutina con una meditación y algo de footing, a las ocho de la mañana inicia su entrenamiento y a las 10 de la noche ya está dormida.
Su dieta, según Gonzoo consiste en arroz, pechugas de pollo, castañas, cereales, huevo y mucha agua.
Cuando le preguntan cuál es su receta para el éxito ella siempre dice: “No darse por vencido”. Y los resultados se notan tiene un vientre tonificado, unos brazos fuertes y un excelente estado de salud.
Luego de la muerte de su hermana Mildred, con quien inició el sueño de ponerse en forma, la abuela más fuerte del mundo, sufría de ansiedad, ataques de pánico, depresión, presión arterial alta y problemas gastrointestinales y parecía que se hundía hasta que su hermana apareció en un sueño para volverla a poner en el camino de la salud.
Ernestine hoy ya no toma medicamentos y el cuerpo que tiene sólo es por la actividad física.
Ella también enseña clases en su gimnasio Maryland, Energy Fitness: “Comencé mi clase con 10 personas y la clase ha crecido. Algunas mañanas no todo el mundo cabe en la habitación”, dice Shepherd.
Para sus estudiantes, fomenta el ejercicio en cualquiera de sus formas. “No todo el mundo quiere ser un fisico-culturista. No todo el mundo quiere ser un corredor”, explica. “Pero encuentra lo que te gusta hacer, es lo que les digo a mis señoras mayores y ‘No te olvides: La edad es nada más que un número y puedes lograr estar en forma.’ ”, según menciona 9 Gag.
