Gatos, gatitos, gatotes, la red está repleta de imágenes, videos y hasta ilustraciones de felinos que se han robado el corazón de miles y miles de personas en el mundo; sin embargo, ellos no sólo han cautivado con su ternura y ronroneos, pues la ciencia ha descubierto que va más allá.
Esta fiebre por los mininos tiene una vertiente terapéutica, la gatoterapia. "Su compañía desestresa, anima y ayuda con trastornos psicológicos como la depresión, la anorexia, la esquizofrenia, el déficit de atención o el autismo”, explica Francesc Cuatrecasas, autor del libro Gato-terapia publicado hace dos meses, así lo menciona S Moda.
La afirmación anterior no carece de base científica: “Son un estímulo positivo. Los animales inspiran ternura, son seres vivos en desventaja. Además, su afecto es incondicional, nos lo dan seamos feos, guapos, gordos o flacos. Hace tiempo que se emplean delfines, caballos o gatos en terapias asistidas. Pero ojo, deben ser sociables y tranquilos, sino pueden resultar contraproducentes", matiza Gabriela Gómez, psicóloga de Sanitas.
Para muestra, un botón…
Resulta que según una investigación de la Universidad de Maryland, las personas que han sufrido un ataque al corazón y tienen una mascota, viven un año más; además, otra conclusión curiosa de las Universidades de Buffalo y California, es que convivir con un perro o un gato baja la presión arterial: “Ayudan a superarnos y a reponernos tras la muerte de un pariente o después de un divorcio. Porque no aconsejan, pero tampoco juzgan”.
Por si fuera poco, se ha llegado a la conclusión de que el ronroneo sana, y es que las cuerdas vocales gatunas vibran con una frecuencia de entre 25-50 hercios, justo la que se emplea para acelerar la recuperación de las lesiones óseas. “Por eso, se emplea la radiofrecuencia en rehabilitación. Además, ayuda a procesar mejor las emociones, activa el sistema límbico, genera endorfinas y refuerza el sistema inmunológico. Las vibraciones relajan, bajan la presión arterial, estimulan la actividad celular y ponen en movimiento iones y enzimas”.
Según información de Animal Mascota, aunque la gatoterapia es recomendable para cualquier persona, sin duda lo es mucho más en el caso de ancianos y de niños. En los más pequeños está más que comprobado que fomenta el deseo de comunicación, así que está especialmente indicado para aquellos que tienen problemas para comunicarse o que no han desarrollado esa faceta todavía. En cuanto a sus beneficios en ancianos, los gatos conseguirán eliminar el estrés, especialmente en las personas que están convalecientes o que tienen alguna enfermedad...
Y tú, ¿consideras que estos factores son ciertos?
¿Te ha llegado el impacto de la gatoterapia?