El esqueleto casi completo de un gato fue hallado en la Ruta de la Seda, en la ciudad de Dzhankent, en Kazajistán, lo que permitió a un grupo de investigadores formular la hipótesis de que estos felinos eran considerados como mascotas desde hace 1,000 años. En  te contamos los detalles…

En un , los expertos reconstruyeron la vida de este minino. Lo clasificaron como un macho de la especie domesticada Felis catus L., y dedujeron que habría tenido una dieta banda y alta en proteínas. Además, no estaba relacionado con los gatos salvajes de las estepas.

El gato: una de las mascotas más queridas y antiguas

Señalaron que los huesos del animal sugieren que el gato pudo haber sufrido una fuerte caída, la cual lo habría dejado herido. Pero la manera en que los huesos sanaron, demuestra que el humano, probablemente de la tribu pastoral Oghuz, habría cuidado del animal.

El gato perdió casi todos los dientes, lo que sugiere que tuvo una vida larga. Además, cuando murió, el felino no fue abandonado a su suerte ni dejado por ahí, sino que fue enterrado cuidadosamente.

En el estudio se menciona que: “este animal fue procurado y atendido cuidadosamente durante toda su vida, proporcionando alimentos y atención médica de alta calidad. Por lo tanto, este pequeño gato no es solo el primer gato doméstico conocido en la Ruta de la Seda, sino que también evidencia la compleja interrelación entre las visiones del mundo cultural nómada y urbano en un mundo en rápida globalización”.

La Ruta de Seda, en la que fue hallado el esqueleto, era una red de rutas de caravanas que conectaban Asia Oriental y central, con la región del Mediterráneo. Los Oghuz eran nómadas, así que a diferencia de los agricultores no necesitaban a los gatos para proteger a los roedores. Solo criaban a los animales cuando eran esenciales para sus vidas. En ese entonces, los mininos no tenían un “uso evidente” por lo que todo apunta que eran animales domésticos, ¡sí, mascotas!

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