A menos de un mes de concluir el semestre universitario, los trabajos, entregas, ensayos, exposiciones y maquetas, no se hacen esperar, y estarán acechando día y noche la vida de futuros licenciados para recordarles que la temporada de “finales” es algo así como un tsunami.
Para que no formes parte de la lista de damnificados, a continuación te presentamos consejos para hacer tu final de semestre llevadero y navegable:
1. El tiempo es oro
Así como este metal precioso es escaso en la tierra, el tiempo también lo es para ti en situaciones como esta, de modo que te recomendamos aprovecharlo al máximo organizando tu día por actividades y tiempo destinado a cada una de ellas (incluyendo descansos y comidas). Entre más cumplas con tu propia planeación te será más fácil avanzar en los miles de pendientes.
2. Adiós socialmedia
Abstente de desperdiciar tu valioso tiempo revisando lo que sucede en las redes sociales, que además de quitarte la concentración, generalmente no aportan nada bueno –¿crees que las fotos de otras personas en INSTAGRAM o los estados de Facebook podrán ser tus musas inspiradoras?
3. Buena comida= buenas ideas
Estar en temporada de finales no es equiparable a convertirse en un faquir y dejar de comer por “falta de tiempo”, alimentarse bien cuando el cerbero trabaja a marchas forzadas es elemental, pues sin energía para trabajar cómo pretendes correr un maratón intelectual.
Te recomendamos consumir productos frescos y naturales, como semillas, verduras y frutas, ya que tienen azúcares naturales y grasas “buenas” que te ayudan a pensar mejor.
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4. Primero lo primero
Si algunas tareas te resultan más sencillas que otras, hazlas primero, así tendrás más tiempo para terminar las más complicadas y al mismo tiempo habrás avanzado y liberarás presión.
5. Hablando se entiende la gente
En la era de la información es muy fácil comunicarte con compañeros y profesores, ya sea a través de correo electrónico, mensajes en Facebook o WhatsApp, así que no tengas miedo de preguntarles tus dudas sobre los trabajos o temas de exámenes; con una idea más clara de qué es lo que hay que hacer irás directo al grano en lugar de dudar si estás haciendo lo correcto.
6. Quiero hacer
¿Qué tal si como dice el famoso filósofo Erich Fromm haya un secreto en el uso de las palabras? Al decir constantemente, “tengo que hacer” se crea en el cerebro un comando auto-impositivo de obligación, usa las palabras a tu favor y convéncete de que prepararte para exámenes y hacer trabajos finales es lo que realmente quieres hacer y además te gusta hacerlo.
Si preferirías estar trabajando o en cualquier otra situación sería mejor preguntarse si acaso la universidad es para ti.
7. Después de la tormenta…
No olvides que sólo se trata de unas cuantas semanas, después todo volverá a la calma.
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