Agosto marca el regreso a clases para millones de universitarios que podrían cursar los últimos meses de carrera, para después enrolarse por completo al mercado laboral.
Estos jóvenes se preocupan por no comprobar suficiente experiencia en su currículum al buscar una oferta, más no es lo único que el empleador evalúa. Se fijan, por ejemplo, en cómo la persona argumenta su interés por la organización, pero sólo 26% de los candidatos jóvenes tiene certeza sobre el perfil de la empresa y las competencias para el puesto, cita un informe de Talent Board, firma enfocada a coaching de carrera.
Si bien, el 90% de las ofertas para egresados demandan experiencia, cada vez es más frecuente escuchar por parte de la empresa que analizarán si la persona “encaja en el trabajo”. Esto no se relaciona con anotar muchos empleos en la hoja de vida (currículum), ni con promedios, sino con la destreza para mostrar competencias personales y vincular las fortalezas de la persona a lo que se pide en la vacante.
Nueve de cada 10 empresarios enlistó “integridad y mostrar liderazgo” como el primer elemento a calificar en una entrevista, según la encuesta de LinkedIn ¿Qué buscan los empleadores en un colaborador potencial?
Estas cifras demuestran que es importante modificar ciertas creencias sobre búsqueda de empleo y planificación de la carrera. “Necesitamos un cambio de paradigma en la forma que pensamos sobre qué requiere un egresado para ser relevante ante el futuro empleador y cómo dar ejemplo de ello en la entrevista. Ese cambio empieza desde la escuela”, señala Ivonne Vargas, especialista en Recursos Humanos del portal de empleo Bumeran.com
Cada empresa tiene criterios distintos para contratar, y esto también depende de las características del puesto, sector, industria, pero para poner un ejemplo de la diferencia entre lo que el candidato piensa y aquello que la organización valora, resulta que –según los docentes- lo más valorado en un joven es aprendizaje permanente, resolución de problemas y toma de decisiones.
Los empleadores, por el contrario, señalan como más importante tener un segundo idioma, capacidad de abstracción y de adaptarse a nuevas situaciones, así como demostrar habilidades interpersonales, arroja un informe sobre competencias profesionales del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (Inide).
‘SOY ATRACTIVO (A)’
Aquí es importante pensar ¿cómo podemos prepararnos para ser lo que una compañía busca? Un punto de partida es no esperar a terminar la escuela para trabajar en actividades que pueden facilitar la incorporación al mercado laboral y, además, ayuden a ir construyendo un perfil personal destacado.
Se puede aprovechar el regreso a clases, y comienzo de la recta final del año, para trabajar en este objetivo.
Por ello, el portal de empleo Bumeran.com recomienda no perder de vista lo siguiente:
1. Empieza por un FODA
Por cada vacante que se libera se reciben cientos de currículums. Hay que responder a la pregunta ¿por qué soy único?, ¿dónde están las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas como candidato? Una buena forma de ‘conectar’ con el futuro empleador es empezar por hacer un FODA (evaluación de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) e identificar qué de lo que te distingue hace fit o encaja con el empleador. Se puede ver esto como un mapa inicial de qué fortalezas a destacar, pero además da información sobre:
* Ejemplos de debilidades.
* Ideas sobre áreas de oportunidad a desarrollar en un empleo.
2. Elabora una lista de prospectos
¿En qué proyecto te ves laborando y por qué? La pregunta parece sencilla, casi evidente, pero sólo 26% de los candidatos a un puesto reconoce entender, a detalle, qué expectativas se tienen para el puesto, así como la visión de la compañía. Si la idea es sentir seguridad en la entrevista, cómo hacerlo si no hay idea de ¿qué enfrentarás en la entrevista?, y cómo hacer clic con el posible empleador.
“Es importante empezar por entender a nuestro cliente (empresa). ¿Quién es?, ¿qué quiere?, ¿qué puede preguntarte sobre la organización?”, sugiere Vargas Hernández. Es una manera, como candidato, de expresar: “te elijo a ti empresa, por qué, y espero que tú me selecciones ¿por qué?
3. Prepara / actualiza el currículo
No hay pretexto para esperar a redactar este documento: prácticas profesionales, participar en un trainee, empleo permanente o de verano ¡necesitas este papel! Para elaborarlo, piensa en los logros que has tenido (y desarróllalos) durante tu vida académica y laboral. Eso facilita hablar de tu experiencia profesional, aunque sea corta. El empleador, y es importante recordarlo, busca no sólo datos cortos, sino entender cómo alcanzas resultados y te actualizas.
4. Sé un internauta ¡activo!
Si el currículo está listo, aprovecha estos meses para subirlo a bolsas de trabajo en línea y participar en Ferias Virtuales de Empleo. También es una oportunidad para actualizar información en redes sociales profesionales (como LinkedIn) y empezar a generar tu reputación profesional en Internet. Tal vez no puedas hacer esto diario, pero destina uno o dos días por semana a esta actividad.