¿Te imaginas realizar una rutina de ejercicio, pero al mismo tiempo beber este sagrado elixir? Pues, ya es posible, al menos en Alemania, ya que en un intento de hacer de sus entrenamientos algo más “emocionantes”, en ese país se creó un concepto que fácilmente seduciría a varios mexicanos.
Sí, la cerveza es una de las bebidas alcohólicas más consumidas en el mundo, y casi siempre es sinónimo de diversión. Del otro lado tenemos al yoga, que nos transporta a instantes un poco más reflexivos y de calma. Aparentemente no tienen nada en común, pero ambos te permiten alcanzar distintos estados de conciencia.
De acuerdo con el sitio oficial de los creadores, este método creado en Berlín se llama BierYoga, y busca acabar con el estrés de las personas, pero de una manera un poco más divertida. O sea, combinar la filosofía del yoga con la alegría de ingerir una chela. Lo único que necesitas es ropa cómoda, un tapete para ejercicio y sí, ¡dos botellas de cerveza! (Ojo: dos botellas pequeñas, no caguamas).
La clase inicia en la posición de loto, con los ojos cerrados y sintiendo la temperatura, olor y sabor de la cerveza. A medida que la clase avanza, se llevan a cabo otras posturas de yoga sosteniendo el envase, y también, dando pequeños tragos.
Es impartido por la profesora Jhula, en bares, festivales y de forma espontánea, al aire libre. Quienes deseen practicarlo deben ser mayores de 16 años.
Y como suele pasar en estos casos, algunos expertos en salud ya han manifestado su desacuerdo con esta práctica, pues argumentan que la mezcla de alcohol y ejercicio, no es una buena idea, ya que la cerveza dificulta el control muscular, afecta el equilibrio y restringe la resistencia.
Así, ¿sí te animas a iniciarte en el mundo del yoga?
Imágenes tomadas de Bieryoga.