No, Alicia Ibarra no vive en Estados Unidos, ella radica en la ciudad de México y sin el apoyo de la Federación Mexicana de Silla de Ruedas, el pasado domingo 14 de febrero logró llegar a lo más alto del pódium en el maratón de Los Ángeles en la categoría de silla de ruedas.

A sus 35 años de edad, la atleta mexicana recorrió 50 kilómetros en dos horas, 15 minutos y 56 segundos, tiempo que no refleja el máximo de su preparación, pues como lo menciona el sitio , Alicia tiene su principal objetivo en las olimpiadas paralímpicas de Brasil 2016. Pero para llegar a esa meta, Ibarra no sólo tiene que enfrentar obstáculos dentro de las competencias sino también fuera de ellas:

"He tocado las puertas de la Federación muchas veces, y muchas veces me las han cerrado", apuntó la deportista. "Soy la atleta más rápida en silla de ruedas, mis tiempos son los mejores en mi categoría y aún así me están negando el apoyo", señaló para el

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Alicia es una verdadera guerrera, pues cuando era pequeña, a los dos años, le diagnosticaron cáncer, pero a los 8  fue cuando decidieron amputarla para que pudiera seguir viviendo sin este mal. “Cuando yo tenía ocho, ya estaba a punto de llegar a la rodilla, y fue cuando decidieron amputarme”, reveló en entrevista para Runner’s World México.

Este cambio radical en su vida hizo que se inclinara a practicar un deporte; el atletismo le demostró que hay muchas personas con discapacidad que día a día se superan y son un ejemplo a seguir, como lo es la propia Alicia, quien además de ser una atleta se dio el tiempo de estudiar una licenciatura para asegurar su bienestar económico, “mi prioridad después de descubrir el deporte fue estudiar, ya que eso me daba una seguridad económica por si no llegaba a lograr nada en el atletismo”, declaró la hoy campeona.

Alicia sabe que si quiere alcanzar su meta debe trabajar por su cuenta, pues para poder estar en el maratón de Los Ángeles tuvo que pagar el viaje de su propio bolso. “Tuve que pedir prestado para comprar el boleto de avión y venir a competir”, pues no recibió el apoyo que la federación debió otorgarle.

Afortunadamente y gracias a su esfuerzo Alicia ganó la medalla de oro y con ella un premio de dos mil 500 dólares que le servirá para pagar ese préstamo que solicitó, así como el mantenimiento de su silla de ruedas y otros gastos; así lo publica .

Alicia es una mujer admirable, cuya vida se divide entre el atletismo, ser mamá y una profesionista; “mi día empieza desde las seis de la mañana, y prácticamente estoy a las carreras siempre”, dijo la campeona.

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