La sociedad de hoy se caracteriza por vivir con estrés y ansiedad de manera constante. Muchas personas sufren de ansiedad por preocupaciones de la vida cotidiana, como el dinero, las relaciones, la salud, y por problemas profesionales, académicos y familiares. También hay a quienes les da ansiedad enfrentar algunas cuestiones sociales, es decir, se preocupan continuamente por la percepción que tienen los demás de ellos y se anticipan a situaciones incómodas o vergonzosas.
Afortunadamente existen técnicas espirituales y energéticas que ayudan a combatir la ansiedad, y que contribuyen a tener una vida más tranquila y en armonía. Soy Panterita, guía espiritual, y en esta ocasión te comparto algunas técnicas que puedes realizar para conseguirlo.
Muchas personas sufren de ansiedad por experimentar dolor (cualquier clase), por ver noticias violentas, al enterarse de diversas injusticias que se viven en el día a día, o por situaciones personales variadas, que pueden ir desde una separación hasta la pérdida de un ser querido. Por eso es esencial entender que el dolor es parte de la vida, pero que no por eso debe convertirse en sufrimiento. Lo importante es entender que podemos utilizar este sentimiento como una herramienta para aprender y crecer, y así lograr grandes cambios.
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La respiración abdominal ayuda a alcanzar niveles profundos de calma, lo que reduce la tensión física y ayuda a mejorar la salud física y emocional. Respirar correctamente favorece el transporte de nutrientes esenciales a los tejidos, aporta energía al cuerpo, y contribuye a mejorar el funcionamiento del organismo.
Además, respirar profundamente te ayudará a reducir la ansiedad, la inquietud, el estrés, la frecuencia cardiaca y la tensión muscular. Sumado a que estimula la secreción del neurotransmisor de la acetilcolina, que es un tranquilizante natural.
Afrontar la ansiedad es algo que muchas personas evitan, sin embargo, hacerlo ayuda muchísimo. El primer paso es identificar las causas que detonan esta emoción, y posteriormente buscar formas de eliminarlas o reducirlas; esto puede ser por medio de terapia especializada, con la exposición controlada, supervisada y consciente a eso que causa la ansiedad, o espiritualmente, por medio de la meditación, la visualización, el equilibrio de chakras, de lo que puedes aprender más en mi curso, así como por medio de una lectura de registros akáshicos, con la que es posible sanar y detectar el origen de la ansiedad, entre otras.
Esta disciplina ayuda a centrarse en el presente, algo esencial para controlar la ansiedad, que tiende a anclarse en el pasado o a centrarse demasiado en el futuro. El mindfulness contribuye a regular la atención y a dirigirla a un estímulo determinado. Practicarla requiere enfocarse en la respiración, así como poner la atención en el presente, en lo que está sucediendo alrededor y dentro de nosotros.
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El yoga, la meditación y las terapias de masaje son actividades que ayudan a mantener la ansiedad a raya. Lo ideal es practicar alguna técnica de relajación durante 30 minutos, dos veces al día, a fin de reducir la tensión muscular y la ansiedad. Recitar mantras (como el “So Hum”, que significa “yo soy”) también es de ayuda, sobre todo cuando se combina con la meditación (puedes probar con mi meditación guiada para todos los niveles, la encuentras aquí), así como decretar en positivo, por ejemplo: “esto también pasará”, “estoy a salvo”, etcétera.
El ejercicio cardiovascular regular libera endorfinas que reducen la ansiedad, con tan solo hacer ejercicio media hora al día puede mejorar el sistema anímico. Puede practicarse cualquier tipo de actividad, como correr, andar en bici, practicar futbol, natación, etcétera. Además, después de practicarlo y tomar una ducha relajante (en la que podemos utilizar esencias, incienso o velas), podemos aprovechar la calma general del cuerpo para meditar.
Por su parte, no dormir el tiempo suficiente puede provocar ansiedad. Por lo que te recomiendo descansar las horas que tu cuerpo necesite, que por lo general suelen ser 7 u 8, así como practicar la respiración profunda o la meditación antes de hacerlo; esto es especialmente útil en caso de padecer insomnio.
Como consejo extra, te recomiendo evitar el consumo de alcohol y cafeína. La cafeína es un psicoestimulante y existen diversas investigaciones que aseguran que puede exacerbar los síntomas de la ansiedad y desencadenar ataques de pánico. Por otro lado, el alcohol tiene propiedades sedantes, lo que puede desencadenar un círculo vicioso; es decir, puede ayudar a calmar a corto plazo, pero aumenta los ataques de ansiedad a mediano y largo plazo.
Estas técnicas te ayudarán a minimizar la ansiedad. Con la práctica, vibrando alto y supervisando tus pensamientos, lograrás minimizar la ansiedad por medio del despertar de conciencia, a fin de vivir mejor. Para más consejos visita mi página web Ser by Panterita y sígueme en mis redes sociales. ¡Besos de colores!