Comencemos con una pregunta: ¿qué frases de aquí te suenan similares?
“Ya no me alcanza la quincena”
“Esta quincena estuvo larguísima”
“Ya que paguen”
“No creo sobrevivir esta quincena”
“¿Me podrías prestar dinero? En la siguiente quincena te lo pago”
Si al menos una de estas frases te sonó familiar quiere decir que tu quincena no te rinde los días que debería hacerlo, por lo que tienes que tomar acciones para evitar esta situación o hacer que cambie.
1. No más gastos hormiga. Los gastos hormiga son todos aquellos que parecen ser poco significativos o por pocas cantidades, regularmente están relacionados con la compra y pago de comida chatarra, golosinas, estacionamientos, franeleros, entre otros.
“Son precisamente estos gastos los que debemos evitar si queremos sobrevivir a la quincena, ya que debido a que estos se hacen por pocas cantidades creemos que finalmente no afectan, sin embargo cuando sumamos todos estos gastos nos daremos cuenta de que destinamos hasta 800 pesos mensuales en ellos (...) Si los conviertes en lugar de gasto en presupuesto controlado tienes la posibilidad de hacer mucho más con tu dinero”, explica Jorge Oseguera, director general de GIRO.
2. Limita tus salidas. A veces cuando recibimos el pago de nuestra quincena, lo primero que queremos es salir a algún sitio a comer o a divertirnos, pero después caemos en cuenta de que hemos derrochado grandes sumas de dinero en este tipo de paseos y que nuestra quincena se ha visto reducida.
Para evadir esta situación es necesario limitar o erradicar por completo y por periodos concretos las salidas; aunque si la necesidad es constante lo que se puede hacer es fijar un presupuesto, basado en nuestros gastos constantes y recurrentes, para financiar esta salida.
3. Separar gastos. Cada mes o bimestralmente existen gastos que tenemos que cubrir obligatoriamente, por ejemplo el pago de servicios, el pago de comidas y el pago de transporte. Por esta razón, es necesario que cada quincena se destine y guarde cierta cantidad de dinero para cubrir este tipo de gastos, y para evitar no tener el suficiente dinero para afrontar estos pagos que son necesarios.
4. Gastar sólo en lo importante. Es indudable que todos tenemos gustos y necesidades personales, como adquirir ropa, artículos tecnológicos o cualquier otro producto, pero si queremos que nuestra quincena rinda es importante limitar estas compras poco racionales. Una solución puede ser fijar una cantidad monetaria y de compras mensuales. Por ejemplo, que sólo compres un artículo al mes y que gastes menos de 500 en él.
5. Un guardadito. Además del ahorro, es muy sano para tu cartera que cuentes con un dinero extra que puedas utilizar en adversidades o emergencias.
“El ahorro es básico para poder cumplir nuestros objetivos no sólo económicos, sino también personales, y de hecho el contar con un dinero extra, fuera de este ahorro, puede ser benéfico para nuestro bolsillo, ya que así en caso de que necesitemos un poco más podemos sacar de esa ‘caja chica’ sin tocar nuestros ahorros”, puntualiza Oseguera.
No dejes que tu quincena se vaya en un instante, mejor crea estrategias y lleva a cabo acciones para que ese dinero que recibes cada quince días sea bien utilizado en pagos y artículos de necesidad básica.