Es casi imposible permanecer tranquilo ante las imágenes que nos muestran la tortura que las gallinas sufren día con día para que nosotros podamos consumir huevos, los “productos” que son obligadas a poner.
Dentro de cada jaula, se encuentran hacinados hasta 12 animales, con varias partes de sus cuerpos despellejados. Así pasan el tiempo hasta que les toca poner los huevos que llenan las bandejas de los supermercados y que después estarán en nuestra mesa.
De acuerdo con una investigación de Igualdad Animal, tan sólo en España, esta es la situación por la que atraviesan el 90% de los animales utilizados para esta producción. La mayoría de ellas jamás ven la luz del sol.
(Foto: Igualdad Animal)
Como podemos ver, están tan amontonadas que no pueden mover sus alas, ni siquiera pueden picotear en busca de comida. Incluso, varias de ellas mueren aplastadas dentro de la jaula. Los olores a excremento y cuerpos en descomposición se condensan en un hedor insoportable. Cuando su producción de huevos baja, son enviadas inmediatamente al matadero.
Cada una de las gallinas debería tener a su disposición 750 centímetros cuadrados de superficie. Una condición que evidentemente no se cumple. Están tan pegadas que se les debe cortar una parte del pico, para evitar que se lastimen entre ellas. El cautiverio les provoca estrés, sufrimiento y enfermedades físicas y psicológicas.
(Foto: Igualdad Animal)
¿Qué pasa en México?
Seguramente, en algún momento de la vida te habrá tocado ver en carretera uno de esos camiones enormes en los que son transportados los animales que van directo a los rastros. Sí, esos que llevan decenas de cerdos en jaulas blancas. Si te has tomado un momento para verlos, te habrás dado cuenta de las horribles condiciones en las que se encuentran.
Pues el caso de las gallinas no es tan distinto, aunque se han registrado algunos avances. El año pasado, la organización internacional The Humane League lanzó una campaña para alentar a los grandes proveedores de alimento a cambiar sus políticas sobre el abastecimiento de huevo. Exhortó a las cadenas minoristas a frenar la adquisición de huevos de gallinas confinadas en pequeñas jaulas.
Cada vez son más las empresas que se suman a esta iniciativa, y aunque se han dado grandes pasos, erradicar las “jaulas de tortura animal” parece un objetivo aún lejano.
(Foto: Igualdad Animal)
El logro en Francia
En este país, el 70% de los huevos comercializados tienen el mismo origen, ese que las organizaciones de defensa animal consideran verdaderas “jaulas de tortura”. Sin embargo, se ha dado un paso importantísimo… el gobierno de Emmanuel Macron confirmó la promesa que realizó durante su campaña electoral: que los huevos frescos vendidos en el país procedan de gallinas criadas al aire libre.
El ministro de Agricultura Stéphane Travert, confirmó que se buscara que esta medida sea una realidad a partir del año 2022.
(Foto: Igualdad Animal)
Con información de El Universal, El Español y ABC