Si quieres lograr un cambio real en tu cuerpo, hay que tener en cuenta que matarse horas y horas en el gimnasio no servirá de nada si no has modificado ciertos hábitos alimenticios que son una piedra en el camino que te lleva a la meta trazada.
Huffingtonpost.com enlistó una serie de alimentos a los cuales debes decirles adiós de forma definitiva y en De10.mx te decimos cuáles son, así que a partir de ahora puedes decirles adiós y comenzar a comer sanamente.
1. Alimentos fritos. Es verdad que tienen un mejor sabor todos los alimentos que han sido pasados por aceite antes de consumirlos; sin embargo, estos carbohidratos extras que comemos se reflejan en esa lonjita que tanto te ha costado desaparecer. Además, si comes cosas fritas en exceso, podrías presentar problemas cardiovasculares y circulatorios.
Cambia tu manera de cocinar y ahora apuesta a las cosas hechas a la plancha, al carbón o al horno, algo que le dará un sabor especial a tus platillos, los cuales pueden ir acompañados por papas o verduras cocidas, aderezadas con unas gotas de aceite. De seguro te encantará.
(Foto: Pixabay)
2. Pan blanco. El pan es un alimento básico en nuestra nutrición, pues es rico en carbohidratos, la primera fuente de energía que utiliza nuestro organismo. El problema con el pan blanco, a diferencia del hecho en la panadería, es que su valor nutritivo es mínimo y muy pronto el cuerpo lo transforma en azúcar, es decir, una rebanada es lo mismo que una mantecada, un hecho que puedes verlo en tu no delineada cintura.
Como sabemos que pedirte dejar de comer sándwiches resultará imposible, entonces opta por el pan de caja multigrano, ya que éste es mucho más fácil de digerir y tiene el triple de nutrientes. Además, al ser más naturales, puedes conservarlo por más tiempo si lo guardas en el congelador.
(Foto: Pixabay)
10 remedios naturales para el estreñimiento
3. Aderezos cremosos. De nada sirve que te sacrifiques comiendo únicamente ensaladas si a éstas les das sabor con los clásicos aderezos hechos a base de crema, pues tan sólo un par de cucharadas contienen más de 20 gramos de grasa y cientos y cientos de calorías, por lo que el alimento se convierte en algo no muy sano.
Lo recomendable es que a ese plato de lechuga le des sabor con una vinagreta, hecha a base de aceite de oliva y vinagre, lo cual reducirá notablemente el consumo de grasas y calorías. Para darle mayor sabor a este aderezo, puedes agregarle un poco de limón, sal y pimienta, así como hierbas aromáticas.
(Foto: Wikimedia Commons)
4. Arroz blanco. Este cereal es uno de los básicos de nuestra dieta, pues además de que es delicioso, es el acompañante perfecto de otros platillos. Sin embargo, en los últimos años, los especialistas en nutrición recomiendan no ingerirlo muy seguido, pues estudios recientes lo han relacionado con el desarrollo de la diabetes tipo 2.
El arroz blanco contiene cerca de un siete por ciento de proteínas, es bajo en sodio y grasas y contiene pocas calorías. Lo recomendable es que lo sustituyas por arroz integral, el cual tiene más fibra que el blanco, y su aporte de vitaminas y minerales es mayor. Además, ayuda a regular el funcionamiento intestinal, reduce los niveles de colesterol y es muy bajo en glucosa.
(Foto: Pixabay)
5. Azúcar refinada. La también llamada azúcar blanca se obtiene a partir de un procedimiento químico con el cual, se eliminan todas las impurezas de la caña de azúcar, que en realidad, son inofensivas para la salud, pues contienen vitaminas y minerales en bajas cantidades.
El azúcar es otro de los básicos de cualquier dieta, pues es una de las principales fuentes de calorías, las cuales son "vacías", pues no aportan nada de beneficios al cuerpo. Para darle azúcar a tu cuerpo, lo mejor será que la obtengas a partir de frutas naturales, las cuales te darán el dulce que necesitas para mantenerte sano.
(Foto: Pixabay)
6. Sándwiches de la comida rápida. Es muy probable que por el ritmo de vida que llevas y por tus horarios apretados te cueste desayunar algo nutritivo en casa, por lo que acudes frecuentemente a los locales de fast food que te ofrecen emparedados de huevo, carne, tocino y queso que son llenadores, pero también son una bomba debido a la alta cantidad de grasas y sal que pueden dañar a la larga tu salud.
Si eres de los que acostumbra a ingerir estos alimentos en la mañana, te recomendamos que los sustituyas por un par de rebanadas de pan tostado con crema de cacahuate, un desayuno que no te llevará mucho tiempo prepararlo y que resultará más benéfico para ti y para que lleves a cabo tus actividades adecuadamente, alejado de la pesadez y el letargo.
(Foto: Pixabay)
7. Trozos de queso. Este derivado de los lácteos es uno de los alimentos irresistibles para muchas personas en el mundo, debido a la variedad de sabores que existen. No podemos negar que es rico y nutritivo, el problema es que hay muchos quesos altos en grasas y sales que sólo generarán calorías difíciles de asimilar por el organismo, transformándose entonces en la odiosa llantita que no hemos podido desaparecer.
Lo mejor será que esos pedazos de queso con los cuales acompañas las ensaladas los conviertas en una porción pequeña de queso rallado, lo cual le dará sabor a tus platillos, sin necesidad de consumir grandes cantidades.
(Foto: Pixabay)
8. Barras de cereal. En los últimos años, el consumo de las barras de cereal se ha popularizado, pues se consideran como un refrigerio nutritivo y sano, a diferencia de otro tipo de snacks, como papas y galletas. Lo cierto es que no todas son tan sanas como parecen, debido a los altos niveles de azúcar y grasas que poseen.
Sustitúyelas preferentemente por barras de proteína, pues sus niveles de grasas son menores, así como su aporte de calorías es inferior; además, con ellas puedes evitar el llamado catabolismo.
(Foto: Pixabay)
9. Pasta blanca. Aunque la pasta es otro de los alimentos necesarios del organismo para obtener los carbohidratos que nos mantienen vigentes en el día a día, lo cierto es que dependiendo cómo la guises, podrías estar comiendo grasas y sales de más, las cuales serán perjudiciales para tu bienestar.
¿Por qué no haces un cambio y pruebas ahora las pastas integrales? Éstas contienen sus fibras naturales prácticamente en un cien por ciento, lo cual significa menos calorías y más nutrientes, así como mayor cantidad de vitaminas y minerales. También, ayudan a mantener los niveles de colesterol y azúcar estables.
(Foto: Pixabay)
10. Helados. Es uno de los postres más ricos, sobre todo en la época de calor, debido a la variedad de sabores y combinaciones que podemos realizar con este otro derivado de los lácteos. Lo cierto es que el helado engorda por la alta dosis de azúcar con la que está hecho, así como su aporte calórico, el cual es de entre 200 a 250 calorías por cada 100 gramos, mismo que se eleva dependiendo de los complementos.
Si buscas cambiar de sabor luego de una suculenta comida, prueba con yogurt con fruta caliente o al horno. El yogurt, aunque es otro producto lácteo, tiene mucho menos grasa y es rico en proteínas y calcio. Lo mejor será que combines el de sabor natural, para que sea la fruta la que aporte el azúcar que necesite tu organismo.
(Foto: Pixabay)
¿Ya sabes cuál vas a eliminar primero?