La medicina moderna tiene sus raíces en la naturaleza, por ello es común encontrar que muchos de los medicamentos que tomamos para sentirnos mejor si estamos resfriados o tenemos algo más grave, vienen de productos naturales como plantas o árboles.

Esto lo sabemos todos, pero cuando viene de una voz autorizada, las cosas cambian. Uno de los recientes ganadores del Premio Nobel de Medicina descubrió un medicamento revolucionario tras revisar más de 2 mil antiguas recetas herbales.

El descubrimiento del doctor Tu Youyou, la artemisinina contra la malaria derivada del ajenjo, ha salvado millones de vidas y parece ser que hay que regresar a las bases de la madre naturaleza, aunque no siempre es fácil, pues aislar los verdaderos ingredientes activos de una planta no es pan comido.

Aunado a esto, muchas de estas plantas en su estado natural son venenosas, por lo que fabricar medicamentos útiles para la población requiere planificación y mucha materia prima.

Este es un listado de plantas que son usadas desde hace miles de años y que podrían ser el futuro para tratar algunas enfermedades, así lo menciona el portal de la

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Asclepia

La savia blanca es una hierva muy común y es también conocida como algodoncillo. Fue descrita por el botánico Nicolas Culpeper, en su libro "Complete Herbalist" publicado en 1826, como "un buen tratamiento contra las verrugas", aunque ahora ya no se usa de esta forma porque es un irritante; sin embargo se usa en algo diferente.

La asclepia llegó desde Europa, de donde es originaria, a Australia, donde el bioquímico Jim Aylward la tenía en su jardín. En 1997, Aylward aisló su ingrediente activo, el mebutate ingenol, que descubrió que era tóxico para los tejidos humanos rápidamente replicados. Recientes ensayos clínicos de Picato, un gel derivado de la savia de la asclepia, sugieren que es efectivo en detener lesiones en proceso de convertirse en cáncer de piel.

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Sanguijuelas

Las sanguijuelas fueron uno de los métodos más civilizados para la extracción de sangre, una forma popular de curar enfermedades. En la Europa de 1830, las heridas que hacían sangrar a una persona eran un gran negocio, precisamente por esta razón.

Hoy, hospitales como el UCHL, en Londres, utilizan a estos gusanos para drenar el exceso de sangre tras microcirugías, porque ayuda a la curación natural. Pero ¿por qué? Las sanguijuelas producen una proteína que evita la coagulación de la sangre, y esto da tiempo a las venas pequeñas a volver a soldarse.

De hecho, actualmente Gales es el centro de la terapia con sanguijuelas que alberga una fábrica donde se proveen decenas de sanguijuelas medicinales a hospitales de todo el mundo.

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Sauce

Tanto los antiguos egipcios como Hipócrates recomendaron utilizar la corteza de sauce para aliviar el dolor.

Su efectividad se probó en un estudio llevado a cabo por la Royal Society en 1763, pero fue hasta 1915 que el gigante farmacéutico Bayer empezó a venderlo como aspirina.

Hoy se cree que reduce el riesgo de infartos y ayuda a prevenir el cáncer, la aspirina es el remedio tradicional que sigue dando beneficios.

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Campanillas de invierno

La galantamina, derivada de las campanillas de invierno y utilizada para tratar el Alzheimer, fue investigada en primer lugar por la Unión Soviética, pero la sabiduría popular dice que los búlgaros ya se frotaban las flores en la frente para curar el dolor de cabeza.

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Jugo estomacal de las vacas

Una receta para "pomada de ojos" de un libro médico anglosajón de hace mil años, el Bald Leechbook, dice que hay que mezclar ajo, cebolla, vino y bilis de vaca, y dejar la mezcla en una vasija de bronce durante nueve días y nueve noches.

En la actualidad, investigaciones han mostrado que esta pomada mata al Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) en el laboratorio más rápido que el mejor de los antibióticos.

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