Porque no hay nada más triste que un niño que le tiene miedo a los perros, te dejamos 10 consejos para ayudar a que tu hijo, hija, sobrino, vecinito o cualquier otro infante allegado les pierda el miedo a los lomitos.
Recuerda, hay conexiones instantáneas y otras que necesitar de un poquito de trabajo, pero el objetivo, siempre, es crear confianza en los pequeños y que nuestras mascotas sean tolerantes y sociables con los niños.
1. No los obligues
Nada peor que tratar de obligar a un niño (o adulto o lo que sea) a que se acerque a algo que le tiene miedo. A ver, acércate a una cucaracha. Por las malas no vas a lograr nada, así que si no quiere acercarse, no lo fuerces. Todo a su tiempo.
2. Gallo gallina
No intentes que un niño pierda el miedo de la noche a la mañana. Esto toma tiempo. Puedes empezar enseñándole fotos o videos de perritos tiernos como este. Después puedes enseñarle con un peluche cómo es la manera correcta de acercarte a un perro y así, paso a paso hasta que esté listo para acercarse a uno de verdad.
Imagen de Michaela Ludwig en Pixabay
3. Pon el ejemplo
Cuando encuentren a un perro en la calle, pregúntale al dueño si su perro es amigable y si lo puedes acariciar. Si sí, acércate y enséñale al niño cómo te presentas con el perro y cómo le haces unos cariñitos. En menos tiempo del que crees la curiosidad del niño lo hará querer hacer lo mismo que tú.
4. Preséntale al perro adecuado
Cuando el niño esté listo para acercarse a un perro, intenta buscar a uno calmado y de preferencia adulto. Los cachorros tienen mucha energía y no saben controlar su emoción por lo que se pueden acercar muy intensamente y esto puede asustar al niño.
5. Busca a los perros vestidos
Según Renee Payne, una entrenadora que es dueña Walk This Way, un centro de entrenamiento positivo y terapia de comportamiento para perros basado en Nueva York, los niños (y los adultos) siempre se muestran menos temerosos y más dispuestos a acercarse a perros con ropa. Perros con paliacates o con chalecos como de perros de servicio hacen toda la diferencia.
Foto Pixabay
6. Cuida lo que dices
Muchas veces los adultos sin querer no ayudamos a que los niños pierdan el miedo. Muchos papás dirán cosas como "No te le acerques mucho, te va a morder" o "Cuidado, no te vaya a tirar". Si recalcamos las cosas malas que pueden pasar, como en la película de Inception, lo único que estamos haciendo es sembrar la idea en la cabeza del niño y será en lo único en lo que pueda pensar.
7. Siempre pregunta
Antes de acercarte a cualquier perro, siempre pregunta al dueño si puedes conocer a su perro. Aquí también hay que tener cuidado con las palabras. En vez de preguntar "¿Tu perro muerde?" es mejor preguntar "¿Puedo acariciar a tu perro?"
8. Enséñales la manera correcta de acercarse
Los niños desde chiquitos deben saber que a los perros y a todos los animales hay que tratarlos con cuidado y respeto. Muchos niños se acercan y les jalan los bigotes o les hacen cariños muy toscos que sólo tensan al perro. Si los adultos les enseñamos cómo es la manera correcta de acariciar a un perro, esto puede ayudar a que el perro esté contento y que el niño tenga una experiencia increíble.
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9. Explícale lo que va a pasar
Entre más familiarizado esté el niño con lo que va a pasar, menos margen para que se asuste. Cuéntale qué va a pasar cuando se acerque a un perro y platícale todo lo que sucede para que sepa que está todo bien. Por ejemplo "El perro te está oliendo porque te quiere conocer y te dio un beso porque dice que le caes bien". Ese tipo de frases pueden hacer que el niño empiece a entender más sobre el lenguaje de los perros y sepa cómo interpretarlo.
10. NO adoptes un perro (aún)
Muchos papás creen que la solución es llevar un perro a casa. La realidad es que si el niño no está listo y no ha procesado el miedo, llevar un perro a casa puede ser una pesadilla para el niño y para el perro. Recuerda que los perros absorben nuestras emociones y se contagian de lo que sentimos. Una vez que el niño haya perdido el miedo, hazlo parte del proceso de adopción y deja que como a todos, su perro lo elija a él.
Fuente: Instituto Perro
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