Si no logras conciliar el sueño o has estado evitando a algunas personas, puede que el culpable sea el estrés. Aunque es extremadamente personal y se manifiesta de formas diversas en cada persona, hay “banderas rojas” que pueden decirte si el estrés está tomando el control de tu vida.
El estrés se manifiesta de las formas más inesperadas. Algunas personas reportan sentir dolores de estómago, naúseas o diarrea.
Esto se debe al síndrome de lucha o huida, un fenómeno que ocurre cuando la sangre se desvía de el tracto digestivo a los músculos mayores del estómago. Esto hace que los intestinos vacíen su contenido para preparar el cuerpo para una respuesta rápida.
Así como este, hay otros 10 síntomas que te revelarán si tus niveles de estrés se salen de lo normal:
1. Palpitaciones en el pecho
2. Evitas personas y responsabilidades
3. Problemas con el sueño
4. Fatiga
5. Hipertensión
6. Pérdida de peso o ganancia
7. Problemas de piel: erupciones, erupciones cutáneas, urticaria.
8. Caída del cabello
9. Disminución del deseo sexual
10. Comportamientos nerviosos: morderse las uñas, rechinamiento de los dientes, etc.
Si comienzas a presentar alguna de estas señales, es importante que tomes acciones para reducir la presión que sientes. Para empezar, puedes comenzar por concentrarte en los 10 primeros desencadenantes del estrés:
1. Finanzas
2. Cuestiones de salud
3. El matrimonio o relaciones
4. Presiones de su carrera profesional
5. Crianza de los hijos
6. Envejecimiento
7. Aspectos legales
8. Planificación
9. Educación
10. Transporte
Aunque parezcan situaciones cotidianas, es importante reflexionar sobre los efectos que le están provocando a tu cuerpo. Si quieres mejorar, pon atención a las ocasiones en las que te sientas completamente relajado y toma esto como punto de referencia para vivir el resto de tus días.
Con información de Megaricos
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