Al parecer la foto de Aylan Kurdi, el niño de tres años que fue hallado sin vida en una playa turca que le dio la vuelta al mundo, sí conmovió a todos y es que esta imagen tomada por la fotógrafa Nilufer Demir, reveló parte de la vida y desgracia que están viviendo muchas familias y personas con la guerra que se desarrolla en Siria.
Este país de Medio Oriente se encuentra en guerra civil desde 2011; las Fuerzas Armadas de Siria comandadas por su presidente Bashar Al Assad, cuyo padre duró en el poder 30 años, y los rebeldes que desean derrocarlo, son lo que han provocado que la nación se encuentre en un estado lamentable.
Hasta mayo de 2014, las muertes que han sido consecuencia de este conflicto bélico superan las 160 mil personas, de las cuales se estima que 40 mil eran civiles, es decir, niños, mujeres y hombres que han sido víctimas de esta lucha encarnizada.
Hoy Siria es un país que se encuentra en ruinas, con una economía deteriorada y una población dividida, razones por las que muchas personas han decidido abandonar ese territorio para buscar una nueva oportunidad de vida en otro lugar, es así como en la actualidad Europa vive una crisis de migración, pues los países vecinos a Siria (Jordania, Turquía, Líbano) han cerrado sus fronteras y a los sirios no les queda más que embarcarse en la aventura obligada de llegar a las costas del viejo continente.
De acuerdo con El País, entre el 1 de enero y el 1 de septiembre de 2015, al menos 351 mil personas han llegado a playas europeas, principalmente a Grecia (234.778 personas) e Italia (114.276), seguidas muy de lejos por España (2.166) y Malta (94).
En esta travesía por salir de la guerra y la miseria, alrededor de 2.643 personas han perdido la vida en el Mediterráneo, como es el caso de Aylan, su hermano y mamá, así lo señala la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Esta situación para muchos es indiferente, ven el conflicto como una situación aislada, pero la realidad es que se está saliendo de control y comienza a afectar a otras naciones, en este caso con la migración; pero lo importante es recordar que somos seres humanos y que una de nuestras principales virtudes es ayudar, poder ayudar a quienes se ven necesitados sin pensar en algún beneficio, pues una sonrisa, algunas lágrimas de felicidad y un abrazo se convierten en la mejor recompensa.
Gracias a las redes sociales es que hoy podemos enterarnos que muchas personas, en diversos países, se han dado a la tarea de dar la bienvenida a los refugiados sirios, se han encargado de hacerlos sentir a salvo y como parte de la “familia” al ingresar a sus naciones.
Las siguientes fotos son el reflejo de la humanidad, de aquella parte buena que aveces se nos olvida que poseemos y la cual nos puede llenar de mucha satisfacción al brindarla a alguien más… No, no es necesario que ayudes a un sirio, seguro en tu colonia, en tu camino diario encontrarás a una persona que necesite de ti, sólo observa a tu alrededor y tiende tu mano.
Con Información de verne.elpais.com, 9gag.com y Twitter
