Aunque sabemos que dejar ir a tu mejor amigo y acompañante de vida es una de las cosas más difíciles de hacer, nos gustaría proponerte que este último día que tienen juntos sea inolvidable para ambos. No hay mejor forma de recordar a tu perro que moviendo la cola de felicidad porque este día hizo lo que más disfrutaba hacer.
Comida deliciosa
Seguramente nunca le cocinas, ya que está acostumbrado a comer las mismas croquetas de siempre. Pero ya que este día es diferente, levántate temprano para recibirlo con un festín de posibilidades como éstas. Se le va a caer la baba cuando las vea.
Un día antes, date una vuelta por la tienda de mascotas que más te gusta y compra todo tipo de juguetes que sabes que van a volver loco a tu perro de la emoción: pelotas, peluches, cuerdas, chillones, etc. Si puedes llevarlo contigo para que él los escoja, mucho mejor. Esta vez, el que manda es él.
Hay tres cosas que todo perro ama sin control: la crema de maní, el jamón y los plátanos. Aprovecha para darle los premios que más le gustan. Lo vas a sorprender cuando se dé cuenta de que le cambiaste los “treats” duros y sanos que siempre le regalas, por sus premios favoritos.
