La tartamudez es una disfluencia o trastorno de la fluidez al hablar, pero contrario a lo que se podría creer, no es una enfermedad, sino una dificultad involuntaria en el dominio de una técnica, el habla. Es más común en hombres en proporción de 4 a 1, y se responde mejor cuando hay tratamiento oportuno.
De acuerdo con información de saludymedicinas.com.mx, el 5% de los niños pasan por una etapa de tartamudeo y la mayoría logra superarlo al madurar. Algunos de los factores que están relacionados con la disfunción son la genética, el desarrollo infantil, la fisiología del cerebro, y la dinámica familiar, los cuales contribuyen al tartamudeo.
Según datos del portal holadoctor.com casi 60% de los tartamudos tiene algún familiar que sufrió del mismo trastorno.
El habla de una persona tartamuda se interrumpe con repeticiones frecuentes (so-so-nido), silencio, o prolongaciones de sonido (sssss-onido) al comenzar una oración. El esfuerzo es tanto que hasta puede provocar muecas o temblores faciales. Ciertas situaciones de estrés agravan el "balbuceo" cómo hablar en público.
Uno de los avances más importantes en el campo lo hizo Lionel Logue, terapeuta del rey Jorge (sí el de El Discurso del Rey) quien en vez de enfocarse únicamente en el aspecto psicológico, descubrió que la respiración era esencial para relajar las cuerdas vocales y disminuir el tartamudeo. El tratamiento del monarca duró diez meses, a lo largo de los cuales el soberano y su instructor tuvieron 82 sesiones de terapia.
Sería impensable que un actor que está siempre hablando en público, un presidente o un artista, padeciera este trastorno, pero a continuación te mostramos a algunos de ellos que lucharon contra su tartamudeo hasta convertirse en íconos en sus respectivas áreas... ¡Mira!
Con información de quo.es