“Ya nada más que pase el Día de la Candelaria y ahora sí empiezo la dieta...” ¿se te hace conocida esta frase? Pues bien, después de hoy ya no vas a tener pretexto para ponerte en forma y cumplir, de una vez por todas, ese propósito de bajar de peso que te hiciste en Año Nuevo.
Aprovechando que cada 2 de febrero celebramos el día en que, de acuerdo con la religión católica, el Niño Jesús es presentado por primera vez en el templo de Jerusalén, los mexicanos nos damos un banquete con unos deliciosos tamales, que son pagados por aquellos que tuvieron la “suerte” de sacar el muñequito en la Rosca de Reyes, el pasado 6 de enero.
Tal vez tus favoritos son los que vende la señora que se pone en la esquina de tu casa, o cerca de tu trabajo, esos que “los Godínez” adoran colocar dentro de un bolillo para armar su tradicional guajolota, los de salsa verde, mole, rajas o dulce, pero este año podrías darle un giro a la tradición, adentrarte a la variedad de tamales que ofrece México y probar uno que sea típico en una entidad diferente a la que habitas.
Dicen los que saben, que en la República Méxicana hay alrededor de 5 mil tipos de tamales y aunque nos gustaría probarlos todos, sabemos que sería una labor titánica. Pero aquí en De10.mx hicimos nuestra selección para que cheques cuáles ya probaste, cuáles te faltan y cuáles nos recomiendas.
Es el de masa de maíz colada y relleno con mole negro a base de chile ancho, mulato y chilhuacle, con carne de cerdo y envuelto en hoja de plátano. Hay quien los sirve con frijoles o crema.
Foto: iStock
Por si eres de buen diente, éste es para ti. Tradicionalmente es cocido en horno de piedra o adobe subterráneo. Contiene carne de cerdo, maíz martajado, cebolla, achiote, y se envuelve en hojas de plátano. Lo puedes encontrar en San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo y Querétaro.
Foto: Archivo El Universal
Son tradicionales en Michoacán y contienen verduras, queso y tequesquite combinados con la masa. Se enrollan en hoja verde y tienen una forma triangular. Son pequeñitos y pueden servirse con crema.
Foto: iStock
Son muy conocidos en Querétaro, donde se elaboran con harina de arroz y pasas. Son pequeñitos, esponjosos, de color amarillo pálido y ¡deliciosos!
¡No te espantes! Son tradicionales en Guanajuato y se realizan con maíz negro o azul, pero además de su tonalidad, el sabor es distinto.
Son de los más famosos. Se preparan con hoja de plátano y pueden ir rellenos de delicias como carne de cerdo molida o cochinita pibil. Tienen algunas variantes, como los “colados”, que se preparan con maíz que se cuela y “los vaporcitos”, que se cuecen al vapor.
Foto: Archivo El Universal
Son típicos de Sinaloa, y tal vez sean los más raros en la familia de los tamales. Van rellenos de camarones, con todo y cáscara, y sus patitas y antenas sobresalen de la masa (de ahí que sean barbones). Es un híbrido delicioso de caldo de camarón con masa.
Es una especia de pay de masa de maíz relleno de carne, rajas de chile poblano, cebolla y queso. Si lo sirves recién hecho, es especialmente delicioso. También es común en Veracruz, pero en varias entidades le dan su toque especial.
Si vas a Chiapas no puedes dejar de probarlos. Se hacen en hoja de plátano y su ingrediente estrella es el chipilín, una planta parecida a la verdolaga. Lo puedes comer así, o con un poco de salsa roja.
Los encontramos en Puebla y su ingrediente principal, el ayocote, es una planta leguminosa similar a la del frijol, aunque de mayor tamaño y de tonalidades distintas: negros, morados, amarillos y pintos.
¿Se te hizo agua la boca? ¡A nosotros también!
Con información de Mx City, Viaja Bonito, México Desconocido y Ciudadanos en Red
No te pierdas de las últimas noticias de De10.mx en Google News, síguenos aquí
Te podría interesar este video: