Aunque los beagles no suelen ladrar tanto, sí que son unos expertos aulladores. Así que si se emocionan, si se asustan, si encontraron algo, si te quieren pedir algo o si se ponen rebeldes, no dudarán en lanzar uno de sus característicos aullidos de sabuesos, que por supuesto son muy divertidos (aunque no tanto para los vecinos).
Los beagles tienden a ser muy guturales, esto quiere decir que constantemente expresan sus emociones haciendo ruidos con la garganta. Esto hace que muchas personas se asusten porque piensan que les están gruñendo, cuando en realidad están expresando que están muy emocionados de verlos.
5. Pero si ya te di de comer
Los beagles son perros con un GRAN apetito y constantemente estarán buscando la manera de lograr obtener un poco más de comida, aunque sea de formas que parecen casi imposibles. Incluso utilizarán una insistente mirada como si tratara de hipnotizarte para que le des un cachito de lo que estás comiendo. Aunque esto puede parecer muy chistoso, no hay que tomarlo a la ligera, pues muchos beagles sufren de obesidad porque sus dueños no ponen un límite en lo que comen, así que mucho cuidado con esto.
6. ¿Estás cómodo?
Justamente debido a que son muy determinados y tienen mucha claridad sobre lo que quieren, los beagles tienden a ser muy "patrones". Si tienen un sillón o cama a su alcance, no dudarán en usarlo y extenderse por toda la superficie, incluso si eso significa que tú quedes en la orillita.
7. ¿Y ahora qué estás buscando?
Pues sí, como buenos sabuesos, los beagles ADORAN usar su nariz para buscar cosas. Incluso cuando a ti te parece que de verdad no hay NADA en el lugar donde tu perro tiene pegada la nariz, seguramente sí hay algo MUY interesante, como un aroma que para ti resulta invisible, pero que contiene mucha información para él.
8. Pelos, pelos, pelos por todos lados
Uno de los grandes errores que comete mucha gente al escoger un beagle es pensar que porque tienen el pelo corto, no van a tirar tanto pelo. ¡Oh, gran equivocación! Los beagles mudan muuucho de pelo, así que si tienes uno de estos perros, ten a la mano un buen cepillo, una buena aspiradora y vete acostumbrando a que tu ropa y tus sillones tendrán muchos pelos de beagle.
9. ¡Ay, pero qué vergüenza!
Por supuesto, los beagles nos suelen hacer pasar muchas vergüenzas gracias a su nariz de sabueso, pues no dudarán en usarla en los invitados. Esto significa que cuando alguien llegue a tu casa lo inspeccionará completamente usando su olfato (muchas veces, incluyendo la entrepierna) y también querrá investigar lo que traiga en la bolsa o mochila, pues en una de esas se encuentra algo muy interesante (¡como algo de comida, por ejemplo!).
10. ¡Ay, pero cómo te quiero!
Pero con todas esas cosas, los beagles son unas bolas de cariño y ternura increíbles. Por eso, quien ha tenido un beagle puede afirmar que ha encontrado un fiel y MUY divertido amigo que no cambiaría por nada del mundo (aunque a veces nos hagan perder un poquito la paciencia).
NOTAS RELACIONADAS