Todos los días nuestros perros son nuestros maestros y nos enseñan importantísimas lecciones de vida. Para poder saber cuáles son, sólo hay que estar atentos y observar bien y nos daremos cuenta de que no es coincidencia que ese sea nuestro perro, por algo nos tocó estar juntos, para aprender el uno del otro.
1. Lo material no es tan importante como parece.
¿Te has fijado que a tu perro le importa un comino si su plato es verde o azul o si su juguete es nuevo o viejo o de marca o no? Pues así, los perros nos recuerdan todos los días que las cosas son lo que tú haces de ellas.
Cuando regañamos a los perros por que hicieron alguna travesura o porque se portaron mal, basta que les llamemos con una voz dulce de nuevo para que nos muevan la cola sin control. Así de fácil es perdonar. Los perros poco saben de los rencores, para ellos lo que importa es que el regaño ya pasó y ahora estamos contentos de nuevo.
3. Aquí y ahora.
A tu perro no le importa qué hiciste ayer o si lo regañaste hace rato, para él lo importante es aquí y ahora. Muchos de nosotros nos perdemos en lo que ya pasó o en lo que va a pasar y se nos olvida vivir el presente. Aprendan esto de sus perros.
4. Las apariencias engañan.
Esos mitos de que los pit bull son agresivos o que los perros grandes son peligrosos para los niños o que los perros chiquitos son muy nerviosos, son todos mitos. Claro que hay pit bulls agresivos, pero también hay labradores y chihuahuas y mestizos agresivos. Claro que hay perros que no se llevan bien con niños, pero no tiene nada que ver con su tamaño y claro que hay perros chiquitos nerviosos, pero hay otros muy calmados y hay perros grandes que también son súper nerviosos. Por lo tanto, no generalices. Las cosas no son lo que parecen a simple vista y siempre debemos mirar más allá para ver la foto completa.
5. Lo importante es la belleza interior.