Todos los países tuvieron que implementar medidas extraordinarias para lidiar con los contagios por coronavirus y Rusia no fue la excepción. Ahora, para recuperarse económicamente, la oposición política de este país ha propuesto vender los restos de Lenin.
Así es, mientras que otros países optan por préstamos o recortes, esta iniciativa busca subastar los restos expuestos en la Plaza Roja desde 1924.
En De10.mx te contamos sobre esta descabellada pero no imposible propuesta y cómo se llevaría a cabo.
La propuesta para vender a Lenin y ayudar a Rusia a recuperarse de la pandemia
Vladimir Zhirinovsky, líder del partido ultranacionalista LDPR (segunda fuerza de la oposición en Rusia) es el principal impulsor de esta iniciativa, pero ha ido ganando apoyo popular.
“Podríamos vender la momia de Lenin. Hay compradores: China, Vietnam o algún otro tipo de (país) comunista. Y el cuerpo de Lenin está en buen estado, fue momificado hace sólo 96 años”, escribió Zhirinovsky en Twitter.
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Aunque suene extravagante, Zhirinovsky no es el único con un plan de este tipo. El empresario Stéphane Distinguin sugirió vender la pintura de La Mona Lisa para recuperar lo que Francia invirtió en la pandemia y estimó que podrían ganarse hasta 50 mil millones de euros.
Lenin es una figura que divide opiniones en Rusia (Foto: Wwamirhosseinww - Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=85720360)
El cadáver de Lenin
Desde su muerte en 1924, el cuerpo de Vladímir Lenin se convirtió en un gran atractivo turístico. Inicialmente se construyó para sus restos un mausoleo de madera provisional.
Un mes después de la muerte del líder político, se sometió su cadáver a un proceso de embalsamamiento para conservarlo a largo plazo. No es una técnica sencilla, ya que mantenerlo en buenas condiciones cuesta 173,000 euros al año.
Foto: Пётр Иванович Львов - http://artru.info/il/6150/, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=79693446
Aunque el cuerpo está abierto a visitas del público, no se permite sacarle fotos ni filmarlo. Durante la estancia en la cripta, los turistas deben sacarse las manos de los bolsillos y guardar silencio.
Originalmente, Stalin también había sido expuesto en la Plaza Roja, luego de su muerte en 1953, cuando sus restos fueron embalsamados. Sin embargo, posteriormente fue enterrado en la necrópolis de la muralla del Kremlin.
A pesar de la situación económica crítica en la que se encuentra Rusia, el presidente Vladimir Putin está en contra de tocar los restos “casi sagrados”.
“Al menos mientras tengamos entre nosotros a mucha gente cuyas vivencias sigan vinculadas de algún modo con los logros del periodo soviético”, ha explicado el mandatario.
Con información de Infobae
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