No había duda, pero esta es la prueba fehaciente de que hasta el último día de su vida, el científico Albert Einstein trabajó muy duro.
El 18 de abril de 1955, Einstein murió a los 76 años debido a una insipiencia cardiaca, y tras pocas horas de su muerte, el fotógrafo estadounidense Ralph Morse llegó a su oficina para tomar esta serie de imágenes que retratan el desorden en el que trabajada el alemán, una silla vacía y un pizarrón lleno de fórmulas.
“Parecía como si el sabio que solía sentarse en ella sólo había salido fuera, tal vez para mirar el prado que rodea el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton”, escribió Morse esa tarde.
Según datos del portal quo.mx, el 16 de abril de 1955, Albert Einstein experimentó una hemorragia interna causada por la ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal, que anteriormente había sido reforzada quirúrgicamente por el Dr. Rudolph Nissen en 1948.
Einstein rechazó la cirugía, diciendo: "Quiero irme cuando quiero. Es de mal gusto prolongar artificialmente la vida. He hecho mi parte, es hora de irse. Yo lo haré con elegancia.", así lo indica la página biografiasyvidas.com
Algunas versiones señalan que en su escritorio estaba el borrador del discurso que pronunciaría frente a millones de israelíes por el séptimo aniversario de la independencia de esa nación, y el cual comenzaría así: "Hoy les hablo no como ciudadano estadounidense, ni tampoco como judío, sino como ser humano"..