Pharrell Williams se ha ganado la reputación del “Rey Midas” de la música. Pero quizá su talento no es tan deslumbrante como pensamos, porque su trayectoria ha quedado opacada con la sombra del plagio.

El rapero, quien cumple 46 años el día de hoy, ha producido éxitos para artistas como Jay-Z, Gwen Stefani y Britney Spears, pero es mejor conocido por temas como Happy y Blurred Lines. El único problema es que al parecer, estas composiciones no son originales.

En 2018, Pharrell Williams, junto a Robin Thicke, fueron condenados a pagar 5 millones de dólares a la familia del músico Marvin Gaye. La familia de Gaye había acusado al rapero de plagiar el tema Got to give it up (1977), ya que la melodía era muy similar a la usada en Blurred Lines por Pharrell.

Aunque la multa parece extraordinaria para nosotros, no es nada comparada con las ganancias de más de 16 millones de dólares que generó Blurred Lines. A partir de la sentencia, la familia de Gaye comenzó a recibir el 50% de las regalías de la canción.

Pharrell había reconocido que una de sus inspiraciones musicales durante la juventud había sido Gaye. Sin embargo, aseguró que sólo había “canalizado” la época de los setentas en su composición. Thicke, por su parte, mantuvo que había contribuido muy poco a la composición del tema.

La cosa no termina ahí, porque la ex esposa e hija de Gaye también acusan a Pharrell de plagiar el tema Ain't that peculiar (1966). De acuerdo con la familia del fallecido músico, Pharell tomó directamente la tonada de esta canción para su propio éxito, Happy.

Sin embargo, las afectadas dicen que no volverán a llevar al rapero al tribunal, porque están satisfechas con las ganancias de la primera multa.

Con información de y

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