El tema de Juan Gabriel sigue siendo tendencia en México y en el mundo; después de la noticia de su muerte el pasado domingo 28 de agosto, los homenajes, agradecimientos y muestras de cariño hacia el compositor mexicano no han cesado, pero del mismo modo han existido críticas o desacuerdos respecto al trabajo que realizaba Alberto Aguilera Valadez sobre el escenario.

Uno de los casos más sonados fue el de Nicolás Alvarado, quien siendo director general de TVUNAM, lanzó una fuerte crítica respecto a la imagen y desempeño de Juan Gabriel: “No me gusta Juanga (lo que le viene guango)”, agregando que lo consideraba un “naco”. Palabras que desataron al furia en redes sociales y que le costaron su puesto en el canal de la máxima casa de estudios.

Contrario al punto de vista expresado por Nicolás Alvarado, hoy se han dado a conocer algunos de los pensamientos que el escritos mexicanos Carlos Monsiváis expresó en vida sobre la figura que representa Juan Gabriel en la cultura de nuestro país. A través de Twitter varios usuarios han compartido los escritos del periodista en los que habla sobre “Juanga”, quienes tenían una relación de amistad, por ejemplo: "todo le costó trabajo, menos el éxito". Uno de los fragmentos más recordados es el escrito en el ensayo de su libro Escenas de pudor y liviandad, el cual retoma .

“Había una vez una ciudad llamada Juárez en la frontera de México con Estados Unidos. Allí vivía un adolescente solitario, ajeno a la política y a la cultura, aficionado irredento de las cantantes de ranchero, de Lola Beltrán y Lucha Villa y Amalia Mendoza la Tariácuri… y ese joven, furiosamente provinciano (cosmopolita de trasmano, nacionalista del puro sentimiento) creaba por su cuenta una realidad musical nomás suya, la síntesis de todas sus predilecciones que no existía en lado alguno, y para su empresa disponía de la memoria (en donde resguardaba las melodías que no podía llevar al papel pautado), del ánimo prolífico, de una guitarra, de muchos sueños y de la casualidad de que en el país decenas de miles intentaban lo mismo: componer para hacerse famosos, componer por no hacer arte sino con tal de representar sentimientos y situaciones (enamorarse, desenamorarse, frustrante, narrarle a todos el dolor de no poder contarle a nadie el sufrimiento, desahogar el rencor, aceptar que todo acabó y todo empieza).”

Aquí algunos de los comentarios compartidos por los usuarios en Twitter:

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