El 19 de septiembre de 2017, un sismo de 7.1 grados sacudió a varios estados de la República Mexicana. Nos encontrábamos conmemorando 32 años de aquel terremoto de 1985, cuando un nuevo movimiento hizo que edificios enteros se vinieran abajo y cobraran decenas de vidas.
Comenzaron a tejerse historias de dolor, angustia y de esperanza. Pero una de ellas tuvo a la sociedad, durante más de dos días, muy atenta: “Frida Sofía”. Esta niña que, a pesar de que se convirtió en símbolo de esta terrible fecha, NO EXISTIÓ.
Pero este no es el único caso que surgió a causa, quizá, de la histeria colectiva desatada por el desastre, pues hace 34 años, de manera similar surgió “Monchito”, quien movilizó a miles de personas para su rescate, pero cuyo cuerpo jamás fue hallado.
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Tras el terremoto de 8.1 grados que sacudió a México la mañana del 19 de septiembre de 1985, el menor Luis Ramón Nafarrete Maldonado, “Monchito”, y su abuelo, habrían quedado sepultados bajo los escombros de una vecindad en el barrio de La Merced, en la calle Venustiano Carranza.
Este caso que conmovió a todo México, surgió luego de que el rescatista argentino Carlos Marbran, señaló que había escuchado gritos, lo que quería decir que alguien con vida estaba atrapado bajo toneladas de concreto.
Hasta el periódico español El País le dio seguimiento al caso; ellos señalaron que “Monchito”, de 9 años de edad, había llegado a la capital, procedente de Cozumel y que de ahí se iría a Zihuatanejo con su familia, pero que había pasado la noche del 18 de septiembre con su abuelo en La Merced.
Voluntarios remueven escombrros de un inmueble colapsado tras el terremoto de 1985. (Foto: Adrián Hernández/Archivo General de la Nación)
La búsqueda por este menor fue frenética. Aunque la Marina de México y algunos equipos de rescate internacionales determinaron que ya no había nadie con vida en el inmueble, un cuerpo de voluntarios civiles aseguraba que se detectaban señales de vida, lo que provocó una ola de esperanza y que todos enfocaran su atención en rescatar a ese niño.
El entonces presidente de México, Miguel de la Madrid, ordenó que se mantuviera la búsqueda a toda costa. Los esfuerzos por rescatar a “Monchito” duraron 3 semanas. Las maniobras pararon el 11 de octubre.
El niño jamás fue hallado y se comenzó a decir que todo había sido una maniobra de la familia, la cual quería recuperar una caja fuerte con dinero que estaba al interior de esa propiedad. Fue eso, o la histeria colectiva. Aunque el diario Tabasco Hoy, publicó una entrevista con una mujer llamada Alejandrina, quien afirma que el pequeño, que era su hermano, sí existió.
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El 19 de septiembre de 2017 se repitió la historia: un nuevo sismo devastador y otro menor que jamás existió. Solo que esta vez se trataba de una niña llamada “Frida Sofía”, quien habría quedado atrapada bajo los escombros del colegio Enrique Rébsamen, al sur de la Ciudad de México.
Ese nombre femenino se convirtió en trending topic en las redes sociales y en el símbolo de una tragedia. Periodistas y medios de comunicación afirmaban que habían tenido acceso a información que les permitía confirmar que en el inmueble había una niña con vida. Incluso algunos rescatistas afirmaron que habían hecho contacto con ella y que le habían dado agua a través de una manguera.
Las horas pasaban y las labores de rescate no daban resultado, aunque la esperanza de rescatar a la menor aún se mantenía.
Rescatistas buscan a la menor "Frida Sofía". (Foto: AP)
El entonces secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, indicó que algunos cuerpos de brigadistas le habían informado que entre los escombros aún había una niña con vida, por lo que él y otros funcionarios, se trasladaron hasta el lugar del siniestro. Pero días después, luego de información confusa y de que jamás se logró ubicar a los padres de la menor, se dijo que “Frida Sofía” jamás existió.
El jueves 21 de septiembre, el subsecretario de Marina, Enrique Sarmiento, despejó todas las dudas: “Nosotros no tenemos conocimiento, nosotros nunca tuvimos conocimiento de esa versión (sobre Frida Sofía)… Estamos seguros de que no fue una realidad, puesto que se corroboró con la Secretaría de Educación Pública (SEP), la delegación (Tlalpan) y con la escuela.”
El funcionario explicó que tras cotejar información, se concluyó que todos los niños estaban en sus casas, en el hospital o entre los 19 pequeños que perdieron la vida en el inmueble.
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Con información de El Universal, El País
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