Miley Cyrus se hizo famosa gracias al personaje de Hannah Montana, pero desde ese entonces ha pasado por cambios radicales que dejaron atrás, muy atrás, a esa pequeña y tierna rubia que llevaba una doble vida: la de una chica común y corriente, y la de una superestrella.
La cantante nació en 1992 en Nashville, Tennessee, y es hija de Leticia Finley y Billy Ray Cyrus, un cantante de country.
Gracias a su trabajo en la serie de Disney, Miley se convirtió en un fenómeno y en un icono para toda una generación de adolescentes. Pero esta niña quería crecer, y para hacerlo debía romper totalmente con la antigua Miley. Sabía que se estaba convirtiendo en una mujer ultra sexy, y sabía como explotarlo.
Cuando terminó el ciclo con Hannah Montana, decidió dedicarse de lleno a la música, pero decidió hacerlo con su propio sello. Se cortó el pelo, se lo tiñó de rubio platino y se hizo fan del twerking; fue así como la niña sexy del pop se convirtió en una mujer rebelde. La sensualidad y sexualidad son parte de su trabajo diario.
Tan solo hay que recordar el video de la canción Wrecking ball, en el que dejó a todos con la boca abierta, pues dejó muy poco a la imaginación. Además, el fantasma de las drogas, el alcohol y los excesos siempre han rodeado su carrera.
Hoy, parece que trata de recuperar un poco de la esencia de aquella Miley que conquistó los corazones de miles de personas, es por ello que en su cumpleaños #25 queremos mostrarte a esa chica inocente que, de forma repentina se convirtió en una de las mujeres más provocativas del medio del espectáculo…
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¿Qué te parece su evolución?
Con información de El Mundo, Europa Press y Biografías y Vidas