Para nadie es un secreto que Miguel Ángel Buonarroti es el genio del Renacimiento, que alcanzó la gloria como artista gracias a sus creaciones para los Papas de Roma.
Este artista nació en Caprese, el 6 de marzo de 1475 y murió en Roma el 18 de febrero de 1564. Fue arquitecto, escultor, pintor y poeta, además ejerció una enorme influencia en todo el arte occidental.
Fue su padre, Ludovico Buonarroti, oficial florentino al servicio de la familia de los Médicis, el que colocó a su hijo, a los 13 años de edad, en el taller del pintor Domenico Ghirlandaio. Dos años después Miguel Ángel se sintió atraído por la escultura en el jardín de San Marcos, lugar al que acudía con frecuencia para estudiar las estatuas antiguas de la colección de los Médicis.
Cuando tenía alrededor de 16 años ya había realizado al menos dos esculturas en relieve, el Combate de los lapitas y los centauros y la Virgen de la Escalera, con las que demostró que ya había alcanzado un estilo personal a muy temprana edad.
Sus obras mundialmente reconocidas son El David, La Piedad, El Cristo Portacroce y los lienzos de la Capilla Sixtina, pero su trabajo no se limita a éstos, pues gracias a que el Papa Julio II fue uno de los grandes benefactores a lo largo de toda su vida, pudo ver crecer enormemente su arte.
En De10.mx decidimos mostrarte 10 de las obras más importantes de este genio, que no son tan afamadas. ¡Aquí las tienes!
Con información de National Geographic, ABC, Ecured y Miviaje.com
