nació el 22 de diciembre de 1949, no sabía que tenía un destino insólito ni que cambiaría el rumbo de la música de los 70. Llegó al mundo acompañado de su hermano mellizo Robin, nacieron con 35 minutos de diferencia.

Maurice creció con el resto de la familia Gibb, con Robin,  y en Mánchester, Inglaterra, pero en 1958 se mudaron a Brisbane en Australia.

Desde pequeño era un amante del paintball y tenía un equipo al que llamaba Royal Rat Rangers, era un gran promotor del deporte en su comunidad y se desarrolló como uno de los más importantes benefactores de los barrios en los que vivía, pues no había olvidado sus raíces de pobreza.

Los niños Gibb eran hijos del matrimonio formado por Bárbara y Hugh, este último un prominente baterista de su época, traían la música en las venas y poco a poco comenzaron a levantar el vuelo en los escenarios. Desde los años 50 estaban actuando en teatros como parte de los intermedios.

Las primeras veces que se presentaron su nombre era The Rattlesnake, luego Wee Johnny Hayes & the Bluecats hasta que por fin fueron bautizados como The Bee Gees en una carrera de autos en Brisbane, donde se presentaban.

Para los 60 ya eran parte de espectáculos televisivos en resorts en diferentes costas de Queensland. Cada uno de los chicos ya se había formado con un carácter para la banda familiar. Barry, el mayor, creaba armonías y tocaba la guitarra, hacía la mayoría parte de las letras, y fue gracias a él que la estrella australiana Col Joye les consiguió sus primeros contratos. Maurice ya se desarrollaba como el encargado de las melodías, de los arreglos de las voces, de los acompañamientos.

Maurice Gibb, el genio detrás del sonido de los Bee Gees
Maurice Gibb, el genio detrás del sonido de los Bee Gees

Maurice Gibb. Foto: AP

Maurice tenía a su cargo la guitarra principal y también las cuerdas y el teclado. Era el líder y canciones como Words y Lonely Days eran de su autoría. Una de sus mayores contribuciones fue lo que le dio al sonido disco de finales de los 70, que se centraba en el bajo. Durante la carrera de la banda, Mau fue el encargado de la banda en la instrumentación, tenía a su cargo la coordinación de músicos e ingenieros.

A pesar de su liderazgo, era de bajo perfil, era tímido y sus contribuciones al grupo eran importantes, los que lo conocen dicen que le gustaba charlar con los fans de la banda, que era afable, honesto y se contrarrestaba con sus hermanos, quienes eran más ambiciosos.

Durante algunos años de separación de los Bee Gees. Maurice apareció en un corto musical llamado Sing a rude song, también apoyó a sus hermanos en algunas composiciones en solitario y su último proyecto fue la producción de un álbum de canciones hechas por su hija Samantha.

"Con gran dolor y pena tenemos el triste deber de anunciar el fallecimiento de Maurice Gibb esta mañana. Su amor y su entusiasmo y energía vitales son un ejemplo para todos nosotros. Lo echaremos muchísimo de menos", decía el comunicado que el 12 de enero de 2003 anunciaba la muerte de Maurice, quien habría sufrido una obstrucción intestinal debido al alcoholismo que padeció cuando joven. Estaba casado con la cantante Yvonne y tenía dos hijos.

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