Si un personaje encontró un balance entre la fama y la humanidad fue Freddie Mercury. Posiblemente la voz más privilegiada de la historia de la música, un artista reconocido como un verdadero showman, pero que de alguna forma logró mantenerse fiel a la imagen de un chico tímido, generoso y amoroso que se convertía en un huracán cuando pisaba el escenario.
Freddie Mercury nació en la isla Zanzíbar, actualmente parte de Tanzania, pero entonces un protectorado británico. Sus padres, Bomi y Jer Bulsara eran parsis, practicaban la religión zoroástrica y estaban orgullosos de su descendencia, pero se tuvieron que mudar a varios países por el trabajo de su papá. En 1954, Freddie, que nació bajo el nombre de Farrok Bulsara, fue enviado con su abuela a estudiar en un internado británico, cerca de Bombay, donde comenzaron a llamarlo Freddie.
En el internado empezó a tocar el piano, tomar clases de música y actuar en pequeñas bandas escolares. Con la revolución de Zanzíbar, su familia se mudó a Inglaterra, estudió en un Politécnico y en la Escuela de Arte de Ealing en Londres.
Con la vena de la música, fue esta la única constante en su vida, pero también el amor que generaba en los demás. A pesar de que durante su juventud se declaró homosexual, el cantante siempre dijo que él tuvo un amor de su vida, un único amor y éste era una mujer.
Biba era una tienda de topa ubicada en Londres, era la moda y ahí trabajaba una mujer llamada Mary Austin, era 1970 y Freddie Bulsara y Roger Taylor, frecuentaban el lugar. Desde el momento que la vio, el joven quería conquistarla, le atraía su cabello rojo, ojos verdes y timidez, pero no quería salir con él, de hecho empezó saliendo con otro amigo de Freddie, un tal Brian May.
Leer más: Freddie Mercury, el último videoclip antes de morir
Cuando la banda de estos amigos apenas comenzaba, Mary asistía a las reuniones, y así se enamoró de Freddie. Comenzaron a salir, y a pesar de que tenían educaciones distintas, pues Freddie venía de una familia adinerada y la joven tenía que apoyar a su familia, se llevaban bien, Brian May siempre dijo que los chicos habían nacido el uno para el otro.
Mary le perdonaba todo a Freddie, él se acostaba con hombres y mujeres, pero aún así, la pareja se fue a vivir juntos en Victoria Road, luego con el inicio de Queen se mudaron a Holland Road. Para 1972, Mercury le dio a Mary un anillo, parecía un escarabajo de oro egipcio, pensó que le pediría matrimonio, pero no ocurrió. La chica pensó que su novio tenía una segunda mujer, pero en 1973, llegó la conversación en la que él le confesó que era bisexual, Mary fue tajante y le dijo que no, que ella pensaba que él era gay.
Leer más: Freddie Mercury en 10 datos sobre su apasionada vida
A pesar de que rompieron, Mary fue la matriarca de Queen, vivía frente a la mansión de Mercury en Garden Lodge, no tenían una relación, pero eran amigos, cuando la mujer tuvo un hijo con un hombre que era casado, Freddie la apoyó y fue padrino del niño llamado Richard. Mercury escribió muchas de sus canciones para ella, incluida la famosa Love of my life y en su testamento, ella fue nombrada como su heredera, tanto de la mansión de Garden Lodge, como de la mitad de su patrimonio en aquel momento y el futuro.
Si bien, durante su vida, Mercury tuvo muchas parejas, destaca la relación que tuvo al final de sus años con Jim Hutton, un hombre al que conoció en un bar, pero que en primera instancia lo rechazó, hasta que comenzaron a salir unos meses después, Hutton estuvo con Freddie hasta el último de sus días.
Además de sus relaciones románticas, Mercury fue muy querido en sus amistades, entre ellas podía contar a personalidades como Lady Di y Elton John, con quien incluso tenía sobrenombres para llamarse y con quien desarrolló uno de sus nexos personales más importantes.
Con información de ABC, Plasticos y Decibelios
No te pierdas de las últimas noticias de De10.mx en Google News, síguenos aquí
Te dejamos este video del Rey del Rock: