María Félix es una mujer a la que todos recordamos por sus fuertes personajes en el cine, pero también porque detrás de cámaras, conservaba ese mismo carácter bravío, orgulloso y sensual que la hizo popular en la Época de Oro del Cine Mexicano.
“La Doña” se casó con Enrique Álvarez el 10 de enero de 1931. A los tres años de matrimonio, cuando la actriz tenía 20 años de edad, nació Enrique Álvarez Félix, el único hijo de la actriz. En 1937, la pareja se separa y María se queda con el niño.
Sin embargo, aunque Enrique estaba a su cuidado, él siempre creció alejado de “La Doña”.
De acuerdo con el periodista Sergio Almazán, autor del libro Acuérdate, María, la razón de esta lejanía podría estar relacionada con las preferencias sexuales de Enrique Álvarez Félix.
El periodista señala que en una ocasión, María Félix habría encontrado a su hijo usando un vestido blanco y un collar. La prenda se la había regalado a ella, su entonces marido, Agustín Lara.
Almazán señaló en entrevista radiofónica que “La Doña” lo había golpeado hasta dejarlo inconsciente. Incluso, el “Flaco de oro” había intervenido en esta terrible escena para poner a salvo a Enrique y sacarlo del país.
Tras este desafortunado hecho, Enrique estuvo internado en París, Londres y Estados Unidos, en los mejores colegios militares, donde la estrella del cine mexicano lo visitaba únicamente dos veces al año. De acuerdo con el periodista, Enrique Álvarez Félix le habría señalado que siempre esperaba a su madre los fines de año, pero que casi siempre terminaba quedándose en la casa del conserje del colegio porque ella no llegaba.
Enrique Álvarez, el único y verdadero amor de María Félix
Así fue que Quique, como lo llamaban las personas más cercanas, creció alejado de su madre, quien se daba cuenta que su pequeño no se comportaba como el resto de los niños varones y que quizás quería ponerlo a salvo de la fama de la que ella gozaba en la década de los 70.
Tras una etapa de tremenda rebeldía, Enrique Álvarez Félix estudio Relaciones Internacionales, pero tan pronto se sintió independiente decidió dedicarse a la actuación, aún en contra de la voluntad de su madre.
Aunque dicen que jamás le perdonó su homosexualidad, María Félix siempre amó profundamente a su hijo y trató de ponerlo a salvo en una época en la que los prejuicios por la orientación sexual eran aún muy grandes.
Con información de marthadebayle.com y lanetanoticias.com
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