En los años 60, Silvia Pinal ya era una mujer exitosa en el medio del espectáculo. Su participación en le habían dado un lugar importante en la Época de Oro del cine mexicano, pero no era suficiente para ella.

Una de las etapas más importantes que vivió la actriz en su carrera, fue el trabajo que realizó de la mano de Luis Buñuel, uno de los cineastas españoles más cotizados, a quien ligamos con cintas memorables como (1950), Un perro andaluz (1929) o El ángel exterminador (1962).

Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal
Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal

Catherine Deneuve y Luis Buñuel durante eñ rodaje de Bella de día. (Foto: El Gráfico)

La propia Silvia Pinal reveló que trabajar con él se convirtió en una obsesión, pues “Luis Buñuel fue uno de los directores de cine más polémicos y también más geniales que han existido. Era un hombre incómodo e incomprendido en su España natal. La idea de trabajar con él, de filmar en España, donde Buñuel era un perseguido político fue un verdadero y peligroso atractivo”.

El sueño de la actriz comenzó a tomar forma cuando Francisco Rabal le presentó a Buñuel. Sucedió en una cena, en un hotel de Madrid. De esa noche salió la colaboración más importante en la carrera de Pinal, pues acordaron filmar Viridiana.

Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal
Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal

Silvia Pinal. (Foto: Archico El Universal)

Para Silvia, ese primer encuentro resultó inolvidable, pues asegura que el director español no la tomaba en serio. Ella acudió a la cena con su entonces esposo Gustavo Alatriste; cuando se acercó a Buñuel para proponerle que trabajaran juntos, lo primero que el director le preguntó fue si tenía un productor que pudiera pagar por ello.

–Tengo, don Luis. Aquí, mi marido.

–¿Y este señor a qué se dedica?

–Pues es “mueblero”, fabrica muebles.

–¿Y por qué querría un fabricante de muebles producirme una película a mí, que no soy comercial y no doy dinero?

–Porque me ama, don Luis.

Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal
Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal

Silvia Pinal, Luis Buñuel y Francisco Rabal. (Foto: )

No hubo mejor razón y Luis Buñuel aceptó. Así fue que Viridiana se convirtió en una de las mejores películas de la historia y la única de un director español que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes. La cinta fue producto del amor y de la insistencia de una actriz mexicana que, a pesar de contar con reconocimiento en su país, se propuso internacionalizarse.

Pero filmar con Luis Buñuel no fue nada sencillo, ya que el cineasta se encargaba, a toda costa, de que sus actores proyectaran en pantalla el mayor realismo posible. Para interpretar a Viridiana, Silvia Pinal fue llevada al extremo de usar un vestuario de pordiosero con un olor tan terrible, que le provocaba náuseas.

La actriz mexicana se quejó de la situación, pero ante el reclamo, el cineasta le respondió una palabra: Realismo.

Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal
Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal

Silvia Pinal y Luis Buñuel marcando una escena en Viridiana. (Foto: Especial/El Universal)

Viridiana llegó a la pantalla en 1961, pero fue prohibida en Italia y España por órdenes de la dictadura franquista, debido a que fue considerada como una obra sacrílega y blasfema. Sin embargo, una de las pocas copias que sobrevivieron, logró llegar a México gracias a Silvia Pinal.

Su obsesión por Buñuel no sólo llevó a la actriz a trabajar con él, sino que se convirtió en una de sus grandes musas y en la única actriz que trabajó con Buñuel en tres ocasiones.

La segunda película que filmó de la mano del cineasta español fue El ángel exterminador (1962), en la que dio vida a Leticia “La Valkiria”, una mujer altiva y gélida que bien pudo ser interpretada por Catherine Deneuve, otra de las musas de Buñuel, pero Pinal le aportaba un garbo y presencia que nadie más podría haber hecho.

Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal
Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal

Silvia Pinal en El ángel exterminador. (Foto: Producciones Gustavo Alatriste)

Aquí, el español no dejó de lado su “realismo” y Silvia tuvo que dejar de bañarse hasta que él de indicara lo contrario, aún cuando ella se encontraba embarazada de su segunda hija: Viridiana.

La tercera cinta fue Simón del Desierto (1965), donde Pinal estuvo perfecta encarnando a un demonio muy tentador.

Aunque ambos querían seguir trabajando juntos, Luis Buñuel y Silvia Pinal ya no coincidieron. La actriz mexicana jamás pudo igualar la calidad de aquellas joyas del cine, pero continuó con una exitosa carrera en México.

Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal
Luis Buñuel, la gran obsesión de Silvia Pinal

Una de las escenas icónicas de Simón del desierto. (Foto: Producciones Gustavo Alatriste)

Con información de , y

VIDEO:

Google News

TEMAS RELACIONADOS